ÉXTASIS (NEGAN) +18

18. fantasía

El Reino, Hilltop y Alexandria, las tres comunidades, estamos en este momento reunidas.

Me recuerda a aquella reunión de bienvenida que Deanna nos brindó cuando llegamos a Alexandria.

Es demasiado peculiar.

Sólo que ésta vez, es en el Reino.

Han llegado sólo hace diez minutos, y al parecer, aún nadie ha notado mi ausencia.

Y es que, a decir verdad, lo que menos me apetece ahora mismo, es tener que ir hacia allí.

Todo tiene su explicación, claramente.

Y es demasiado simple.

Una semana ha pasado desde la visita de mi padre aquí, y cuando creí que las cosas mejorarían con Daryl, luego de todo lo que pasó al jugar Verdad o Reto, simplemente, fueron algunos momentos teñidos de color rosa.

Creo que Daryl y yo servíamos más siendo folla-amigos.

De ésta manera, lo único que conseguimos, es todos los días discutir por algo, así sea mínimo.

Y es que su sobreprotección hacia mi, hace que me irrite a gran escala, como si en vez de tener un novio, tuviese a un padre todo el puto tiempo, supervisándome.

Ahora mismo, desde la mañana que no hablo con él. Y ya ha anochecido, lo cual, literalmente, ha hecho que durante todo el día no nos hablemos.

Ordenando mi ropa dentro de un bolso negro, me acomodo la ropa que llevo puesta, tapando a mis brazos con una chaqueta de algodón gris.

Si bien el día ha estado caluroso, ahora que la noche ha caído, la fresca brisa hace que tenga un poco de frío.

Estoy decidida en volver a Alexandria.

Tal vez, de ésta manera, Daryl pueda pensar un poco en lo tanto que me molesta su sobreprotección, y la manera en la cual siempre quiere darme órdenes cuando yo ni siquiera puedo dar mi propio voto.

No sabe, ni tampoco pienso decírselo. Se enterará en el momento que vea como es que decido regresarme con mi padre.

— Toc-toc.

Tras dar dos toques a la puerta, el sonido de la voz tan peculiar de Tara se hace sonoro en mis oídos.

Me giro de inmediato, viéndole a ella junto a Rosita, ambas observándome.

— Hey. — digo, sonriendo apenas de soslayo.

— ¿Así es como tú nos recibes? Esperábamos verte en la entrada, junto a tu nuevo líder. — dice Tara, riendo.

Yo finjo una risa forzada, a propósito.

— Muy graciosa. Sólo estaba recogiendo mis cosas. Creo que ha sido suficiente tiempo el que he estado aquí.

Dejo sobre el suelo el bolso, que aún no he terminado, pero sólo son cosas sin mucha relevancia las que faltan.

Camino hacia la puerta de salida de mi tráiler, y en cuanto pongo los pies sobre la tierra, con cortos abrazos, saludo a mis dos amigas.