Dos personas. Dos bandos conflictivos y competitivos. Ella intentará odiarlo, en honor a su padre, a su familia, a su mejor amigo y a toda su comunidad, la cual quiere representar. Sin embargo, cuando se vea dentro del éxtasis en el cual él, el líde...
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Siento a mi cuerpo caliente.
Aprieto con fuerza a mis ojos por la claridad que agolpa sobre ellos.
Parpadeo unas cuantas veces, refregando mis nudillos, liberando un bostezo de mi boca.
Cuando puedo adaptar mi vista hacia la claridad, detecto que, la razón por la cual me siento acalorada, es nada más y nada menos por el hecho en el cual Negan se encuentra con sus brazos rodeando a mi cuerpo, abrazándome desde mi espalda.
Me giro con lentitud.
Logro en que él continúe durmiendo, apartando suavemente a sus brazos de mi.
Se le nota cansado. Respira por sus fosas nasales y el pecho le sube y baja con serenidad.
Cualquiera que le viera en este preciso instante, lo que menos podría pensar es en que él es un asesino serial. A nadie se le podría siquiera cruzar por la cabeza.
Sonrío, admirando su perfil, su barba crecida, su cabello desprolijo y los vellos corporales que se dibujan en su pecho.
El cabrón es jodidamente precioso.
Aparto las sábanas de mi cuerpo, y completamente desnuda, camino hacia el baño para hacer mis necesidades, tomarme una ducha y tras eso, cepillar a mis dientes.
Me coloco unos pantalones cargo de color negro, una camiseta de tirantes marrón y mis zapatillas blancas.
Negan sigue en la misma posición en la cual le dejé y, por su entonces, decido en que continue durmiendo.
Observo por la ventana el grandioso día que se muestra, por lo que voy a la mesa de noche del líder de los Salvadores, y cautelosamente sin hacer nada de ruido, tomo una hoja de papel junto a un bolígrafo y le escribo.
"Buenos días, señor Smith. Te vi tan tranquilo durmiendo que, a pesar de que me tentara despertarte, preferí dejarte dormir hasta que recuperes la energía que perdiste conmigo por la noche. Creo que debería consultártelo, pero sé que confías en mi como yo confío en ti, por lo tanto, iré tal vez una o dos horas fuera. Necesito caminar por el bosque para tomar un poco de aire. Por supuesto, todo está bien. Solo necesito hacer un poco de ejercicio, y la mejor forma es caminando y tal vez corriendo un poco. Prometo que volveré en una o dos horas.
Que tengas un buen despertar.
Alaïa."
Tal vez en cuanto no me vea en la cama puede llegar a entrarle la duda en donde es que estoy, y por eso mismo, dejo en mi lado vacío la nota, retirándome con cautela del cuarto.
Bajando las escaleras del ala principal del Santuario, al llegar a la planta baja, donde se encuentra el salón para desayunar, veo como la gran mayoría de las personas al verme se ponen de rodillas.
