habían decidido caminar un poco por el parque, simplemente para pasar el rato. todo iba en silencio, puesto que en ningún momento jisung había vuelto a aparecer. minho estaba bastante confuso por eso, "¿habré hecho mal en casi obligarlo a quedarse en mi casa?". sin darse cuenta empezó a preocuparse, ¿estará bien? ¿la habré jodido? ¿pensará que soy un tonto? ¿fué malo haberle dicho eso? ¿estará enojado? ¿o triste?... si seguía pensando tanto, tal vez su cabeza explotaría.
minho se dirigió a un árbol, bastante alejado de las personas, y se sentó en el pasto, recostando su espalda en el tronco. luego de unos segundos habló de forma suave, temiendo que el menor esté de mal humor --¿sung?-- preguntó, intentando hacer que el menor aparezca.
--¿pasa algo? pensé que iríamos a tu casa-- escuchó, pero no vió a nadie aún si giró para todos los lados.
--quería hablar contigo-- respondió, aún tratando de ver al menor --. y para eso necesitaría verte, ¿sabes?-- habló, descansando su cabeza en el tronco del árbol mientras cerraba los ojos. pensó que tal vez a jisung le daba timidez aparecer cuando él estaba viendo.
--si cierras los ojos sería un poco imposible que me veas, hyung-- bromeó con un tono divertido. minho abrió los ojos, encontrándose con jisung parado delante suyo, agarrando sus manos por delante de su cuerpo. parecía un ángel... aunque literalmente era uno. --¿qué ocurre? ¿por qué quiere hablar conmigo?-- preguntó curioso, aún sin moverse de su lugar.
minho palmeó su lado, indicándole a jisung que se sentara a su lado. y así lo hizo, sin hablar, simplemente acatando las acciones del mayor y esperando a que este hablara.
--¿estás bien?-- preguntó mirando al frente, sin atreverse a ver el rostro del menor. la respuesta tardó en llegar (porque el menor estaba sorprendido, claramente), causando que los nervios de minho aumentaran.
--¿sí...?-- respondió confuso, sin entender el por qué de aquella pregunta --¿usted?--
devolvió la pregunta, él también mirando al frente. habían niños jugando entre ellos a atraparse, realmente tierno.--no lo sé-- respondió luego de un rato pensando. el silencio le dió a entender a minho que siguiera hablando --. me entristece ver a beom tan emocionado y me frustra no poder ayudarte en tu trabajo-- explicó, tirando su cabeza hacia atrás y cerrando los ojos por el leve cansancio que sentía.
--no te preocupes por mí, lo encontraremos tarde o temprano-- alentó. minho no podía verlo, pero apostaba todo a que el menor tenía una sonrisa en la cara --. y creo que lo de preocuparse por el chico es realmente tierno, ¡pero no debe preocuparse!-- animó --si te cae muy bien pueden ser amigos, no creo que él se niegue.
--sí...
ㅤ
(...)
ㅤhabían llegado a la casa de minho. en el camino se habían encontrado con un gatito anaranjado, el mayor no dudó en darle unos mimos (¿quién no?) y jisung le explicó que los gatos eran híbridos. al parecer el felino pudo entenderlo, por lo que rápidamente se fué del lugar, dejando a minho con ganas de poder encontrarse nuevamente.
cuando minho iba a abrir la puerta, pudo escuchar que habían ruidos --mierda, ¿de nuevo?-- susurró, aún así jisung lo miró. ya se había acostumbrado al mal vocabulario de su mayor, por lo que no se sorprendió por eso.
--¿pasa algo?-- preguntó curioso. se escuchaba ruidos dentro, pero jisung ya sabía por qué.
--¿no escuchas?-- dijo con obviedad.
--uhm, sí-- jisung iba a decir algo más, pero algo hizo que se callara. algo que minho no veía, pero el castaño sí --. hey, puedes dejar de hacer ruido, asustas a tu humano-- le habló a la ventana. minho quiso reír, pero supo que no era momento.