Capítulo 12

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TW: Contenido sexual explícito


La semana pasa pronto, entre ello, la llegada de junio y el hecho de que la trágica noticia enseguida queda enterrada en el pasado. Linda y Steve se mudan a una de las casas en Malibu, pues volver a Bel Air sería revivir la tragedia de esa noche. Aún tenían algunos ojos encima, pero procuraban ignorar todo en cuanto las camionetas arrancaban directo a sus domicilios.

Por otro lado, Darcy y James vuelven a la mansión. Rodean la vivienda afectada, la cual estaba rodeada aún de cinta amarilla indicando PRECAUCIÓN. La castaña se preguntaba qué habrá sido de todas esas familias y las víctimas que perdieron en tal ataque.

El camino en la Suburban fue silencioso. La mirada del castaño colocada aún en el móvil mientras que ella observaba el exterior a través de la ventana del vehículo, notando de pronto la diferencia entre barrios conforme el propio se acercaba. A decir verdad, no deseaba volver a esa mansión donde pasaba la mayor parte del tiempo sola, además de que no quería molestar a Linda después de verla deshacerse en su llanto hace unas noches.

Sus pupilas viajan hasta su esposo. Éste ensimismado en ese jodido aparato con su gélido semblante y sin siquiera dirigirle una mirada.

Coloca los ojos en blanco, no dándole el placer de verla cavilando acerca de su existencia.

Después de lo que sucedió aquella noche, ninguno se dirigía la palabra, a mas de que fuese estrictamente necesario. Ya sea pasarle la sal, avisarle de un mensaje en su móvil o que alguno de los escoltas le hablara.

Pero nada fuera de eso.

No planeaba alimentar nuevamente su ego.

El regreso a la mansión fue tan tranquilo como el viaje a la misma. Se encerró en su habitación a continuar los mensajes constantes con Loki. Por suerte, después de su caída, el móvil no sufrió daño alguno, solo una raspadura en una esquina que podría reemplazar después por otro dispositivo.

Se acabaron sus tardes de entretenimiento junto a Linda y Steve, por lo que tendría que idearse algún plan junto a su mejor amiga o su hermana. Suponía que la segunda estaba más disponible que la primera, y no la culpaba. Wanda siempre fue un ser demasiado sensible, por lo que no imaginaba cuánto impactó la noche del ataque en ella. De igual manera, se mantenía en sintonía con la pelirroja a través de textos.

—¿Cómo jodidos gastaste treinta mil dólares de mi tarjeta, si estuvimos encerrados todo este tiempo?

De pronto, la voz de James se hace escuchar en el umbral de la puerta, siendo ésta abierta sin previo aviso.

—¿Qué te dije de la privacidad, cavernícola? —Coloca los ojos en blanco, volviendo la vista al móvil.

—Responde —exige, encolerizado.

—Muchas cosas se compran en línea —desdeña sin mucho interés.

—Ajá, pero tienes tu puta tarjeta. Me llaman constantemente del banco para justificar estos movimientos irregulares —Señala el pequeño objeto oscuro en su mano.

—Solo diles que estás casado. Deja de joder tanto —Hace un ademán con la mano, el cual colma la paciencia del castaño, quien, a zancadas largas, se acerca a la cama y le coge de la muñeca con fuerza, provocando el fruncimiento de entrecejo por parte de Darcy—. ¡Suéltame, pedazo de mierda!

—Escúchame bien, cacho...

—¡Deja ese puto apodo! —Forcejea contra él, sintiendo cómo presionaba más fuerte su muñeca—. ¡Mi nombre es Darcy! ¡D-A-R-C-Y! ¿O tampoco sabes deletrear, imbécil?

Babel [Bucky Barnes] EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora