Babel [Bucky Barnes] EN FÍSICO

Capítulo 29

Se encuentran en una cafetería a tan solo unos minutos del cementerio. Darcy y James platicaban en otra mesa, mientras que ellos dos conservaban la tensión después de dos días de lo sucedido. Hoy le darían el último adiós a Loki, y cierto nivel de paz era respirado por la esposa de Barnes, la cual había pedido un chocolate caliente mientras el otro prefirió beber un café completamente negro. Aún no se acostumbraba a verlo con el cabello completamente corto. Se trató de un cambio radical de un día para otro.

—¿Estás bien? —Steve, frente a ella, de pronto cuestiona.

Salta en su lugar, parpadeando un par de veces al despertar de su ensoñación. Asiente, abriendo un pequeño sobre de sustituto de azúcar para verterlo en su bebida. Coge el agitador de madera, moviéndolo de forma sutil en el café antes de dejarlo de lado y volver a cerrar el vaso con su tapa plástica.

—Me recuerdan a nuestros inicios —Encoge los hombros, subiendo las pupilas hacia su esposo. Coge la bebida para darle un sorbo.

El rubio comprende perfectamente a lo que se refiere, por lo que imita su acción con una pequeña mueca, comprendiendo el hecho de que aún no se haya ganado del todo su disculpa. A pesar de la conversación en el hospital, él no esperaba un cambio mágico de un día para otro, por lo que respetaba los repentinos comentarios como este.

—¿Crees que ya se hayan dado cuenta? —cuestiona él, manteniendo la vista sobre la otra pareja.

—Probablemente —contesta la castaña sin mucha preocupación—. Pero el tema de Sabrina tiene a James hecho un desastre —Voltea también con discreción, sonriendo de ver a su hermano estirar la mano hacia la mejilla de la chiquilla para retirar un poco de chocolate de la misma. Darcy había pedido un pan de chocolate y una dona—. Te crías del caos y te conviertes en uno, o decides revertirlo.

Los dos vuelven a sus bebidas con cierta tensión, ambos jugueteando con sus dedos bajo cierto nerviosismo, y es el mayor quien decide tomar las manos de su esposa entre las propias, acariciándolas con ternura en búsqueda de esa cálida mujer que él mismo se encargó de ahuyentar.

—¿Quieres seguir conmigo? —inquiere con cierta ansiedad carcomiéndole.

—¿Dejarás de comportarte como un idiota?

Él asiente.

—Quiero una segunda oportunidad —Besa sus nudillos—. Quiero conocer todas tus facetas. Desde las oscuras hasta esas cálidas que siempre has mostrado —Su mirada azulada se mantiene sobre la de ella, logrando ver una pequeña sonrisa apenas asomándose.

—¿Por qué te quiero tanto, Stevie boo?

El apodo.

—No sabes cuánto extrañé ese maldito apodo —Se inclina para besarla con delicadeza y amor, consciente de que estas palabras no serían suficiente para arreglar todo el meollo causado, pero por lo menos era el inicio de algo.

En la mesa de Darcy y James, estos sonreían con cierto gozo en ellos. La menor captura el momento en una fotografía, mordiéndose el labio inferior antes de volver a probar la dona que había pedido. En una hora comenzaría el evento funerario, por lo que no quería ir con el estómago vacío.

La autopsia reveló que aquella noche, Loki estaba repleto de distintas sustancias, y los testimonios de haber visto a un hombre alto, de cabello largo y castaño no coincidían con las sospechas de Thor hacia James, quien era un hombre alto, de cabello corto y castaño. A decir verdad, fue una estrategia estúpidamente funcional, sin contar el hecho de que Pierce respaldaba a Barnes en cualquier situación.