Restaba una semana para la celebración de su cumpleaños, y el ambiente en cada salida con Linda era extraño. Steve y ella se habían distanciado como jamás les había visto en el tiempo de conocerlos, y ella desconocía el motivo. Cuando intentó indagar sobre el tema, la castaña pasaba de hoja rápidamente, diciendo algo relativo a su periodo o simples migrañas.
James tuvo que explicarle lo que sucedió la noche de la cena con Pierce, argumentando que la presencia de ellos dos en el lugar fue la coartada perfecta que encubriría cualquier acusación contra él. La castaña se siente mal, pues el matrimonio de su cuñada con el blondo era a lo que más había aspirado hasta el momento, y verlos lejanos o serios le mataba internamente.
Tenía todo preparado para el gran día. Sería algo sencillo con sus amigos más cercanos y su hermana. No tenía planeado invitar a sus padres, pero envió una invitación al Sr. Barnes, temerosa de que éste fuese a arremeter contra ella en caso de no hacerlo. James le dio el respiro al decirle que seguramente ni siquiera asistiría, pues un viejo no tenía nada que hacer dentro de un grupo de personas mucho menores que él.
Al hacer la lista de invitados, una parte de ella se sentía mal por Loki y lo que había sucedido aquella noche. Él aún enviaba amenazas a su móvil, pero esas eran cosas que no le diría a Barnes, puesto que éste le mataría de tan solo enterarse.
Su percepción no cambió cuando James le contó la vida de Laufeyson. Palabras parafraseadas de Odín, cuando éste era amigo de su padre.
El pelinegro fue abandonado por una madre drogadicta desde que era un bebé, y lo supieron porque no paraba de llorar en las noches a causa de la abstinencia a las sustancias. Las monjas del lugar lo tuvieron que llevar a un hospital, donde convulsionaba constantemente, sufría de diarreas, vómitos y se negaba a consumir sus alimentos.
Su supervivencia fue un milagro.
Siempre fue el más delgado del orfanato, siendo molestado por otros niños a causa de su estatura y lo pacífico que era al momento de interactuar. Nunca fue alguien que se metiera en peleas de manera intencional, y eso fue lo que llamó la atención de Odín al momento de buscar adoptar un hermano para Thor. Su esposa había fallecido, y su última voluntad fue otorgarle un hermano pequeño al blondo.
Llegó a la casa siendo un niño tímido. Odinson buscaba jugar con él constantemente, pero Loki prefería dibujar o ver películas en lugar de probar el soccer o cualquier deporte que su hermano mayor practicara. A decir verdad, Thor supo adaptarse a él, pero Odín comenzó a echarlo de lado por su aspecto afeminado. Tendía sentir vergüenza de asistir a eventos con él, y verlo esconderse tras su hijo mayor, constantemente asustado de todo lo que sucedía alrededor.
Fueron estos sucesos los que hicieron de Loki la bomba de drogas que actualmente era. Odín argumentaba que no había un día en que lo pasara sobrio, pero había llegado el punto en que le quitó la importancia a los hechos. Su hijo se había convertido en un drogadicto, vicioso de los lujos y cualquier sustancia nociva que pudiera consumir.
Con el paso del tiempo, Thor se convirtió en el consentido de la casa, por más que éste intentase incluir a su hermano en las actividades de la misma. Y así fue como poco a poco, Loki permaneció relegado de la familia, tan sencillo como el fantasma de una persona que jamás existió.
James odiaba a Loki, y era un sentimiento correspondido.
Esta mañana, el castaño decide nadar en la piscina, aprovechando el hecho de que el sol está en lo alto y que la temperatura logró alcanzar los veinte grados. Darcy seguía dormida, mientras que Steve estaba en la sala viendo televisión. Su hermana tomaba el sol desde la silla plegable con los lentes oscuros colocados sobre el puente de su nariz.
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Babel [Bucky Barnes] EN FÍSICO
Fanfiction𝐀𝐔 𝐌𝐚𝐫𝐯𝐞𝐥 +𝟏𝟖 La vida de fiestas, alcohol y aventuras de una noche termina para Darcy el día en que sus padres anuncian su compromiso con James, el hijo mayor de la adinerada familia Barnes. Similares a la realeza en Inglaterra, el preside...