"Fuiste"

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Nota: Sinceramente, no suelo exigir que lean los capítulos o el fic con una canción en específico, pero para este en especial, lo haré. Es casi un requisito dar lectura a este capítulo con la siguiente canción que está en la playlist de Spotify:

My Love - Sia

¡Besitos!



6 de noviembre de 2021

Sab:

Han sido meses desde la última vez que te escribí. Supiste de una boda y de todo lo que ha pasado hasta ahora. No sé en qué momento mi vida se volvió aún más caótica de lo que había hecho los últimos cinco años, pero de alguna manera, se trata de un caos enmendado por una paz irreconocible dentro de toda esta tormenta.

Solía tener todo de ti y ahora no me queda nada.

Ni mis hijos ni tu sonrisa.

Pensé que sus fantasmas eran los que me seguían por tanto tiempo y me enfoqué tanto en ustedes, que terminé perdiéndome a mí mismo en un abismo que no reconocí, hasta el instante en que aquellos ojos oscuros me miraron con melancolía, esperando una respuesta por la que pensé que ustedes me castigarían.

Tantos años enamorado de la única persona con la que compartí mi vida desde mi juventud hasta el ser un adulto y el hecho de que te arrebataran de mí tan de pronto fue como despedirme de esos momentos los cuales fueron los más felices para mí. Mi familia estuvo completa hasta esa noche, ni siquiera mi madre tuvo la oportunidad de defenderse o abogar por su vida.

Mis dos niños. ¿Por qué quitarme la oportunidad de ser padre? ¿Por qué pagar por los pecados que no nos correspondían? ¿Por qué la maldad siempre toma como rehén a la bondad?

Ustedes no tenían que pagar por ningún pecado o crimen y, sinceramente, siempre dije que hubiese preferido ser yo a ustedes. Ojalá aquella noche me hubiesen enterrado a mí, pero después pienso en el dolor con el que hubieran vivido todos estos años. Posiblemente se hubieran sumergido en la nostalgia. Lucy preguntándose todos los días por qué sus compañeras sí podían bailar con sus padres y ella no. Ryan nostálgico por no poder lanzar la bola con su papá como hacían los otros niños.

Y tú.

Tú sufriendo el mismo dolor por el que yo he pasado, pero eras tan sensible, Sabrina. Siempre un arcángel de lágrimas cuando veías a perritos en la calle u observabas a los ancianos jugar ajedrez solos. Tú no hubieras buscado venganza porque eras tan buena y tan leal, siempre guiada por tus principios.

Por ello, de alguna retorcida manera, me conforma el haberme quedado yo.

Y todos estos años habían sido así: sus fantasmas y yo.

Hasta que este desastre aterrizó a mi vida en la forma que hizo, con su sonrisa infantil y las risotadas exageradas, siendo un dolor en el culo y escalando en mi paciencia como nadie había hecho. Me exasperaba que fuera tan caprichosa y que supiera salirse con la suya. Odiaba que me dejara callado y que tuviera el valor de responderme.

Darcy fue el caos más enigmático que pudo tocar a mi puerta, convirtiendo el aborrecimiento en una clase de fascinación de la cual no estoy arrepentido en sentir. Pensé que te estaba siendo infiel desde el primer instante en que le puse una mano encima, que la besé o que le consentí. El sentimiento de estarte fallando fue constante, hasta que me di cuenta de los empujones que me dabas hasta ella.

Tú, Sabrina, fuiste el amor de mi vida. Lo seguirás siendo toda la eternidad y hasta el punto en que nos volvamos a reencontrar. Porque en la otra vida también te cuidaré de la misma forma en que hice en esta.

Sin embargo, la cachorra es el alma que está conectada a la mía desde el primer instante en que nuestro hilo hizo contacto, justo como esa estúpida leyenda japonesa del hilo rojo. Ella me atrajo de golpe e hizo que todo lo que había construido se desvaneciera de un instante a otro. Fue un tornado que no vi venir, pero me ayudó a reconstruir todo lo que ya tenía planteado.

Aprendí que perdonarme no es olvidarlos a ustedes, sino continuar el camino con los buenos recuerdos que vivimos juntos, añorando mejorar y convertirme en aquella persona que me propuse desde el primer instante en que les conocí a cada uno.

Aquel día que te vi por primera vez, tan hermosa y radiante con tu sonrisa coqueta y los libros en tus delgados brazos. Nos prometimos amor eterno desde el segundo en que nuestras miradas chocaron, pero éramos tan tímidos que apenas y podíamos hablar.

El nacimiento de Lucy y la primera vez que la sostuve entre mis brazos. Me enamoré perdidamente de una niña que pronto me tendría como el mayor idiota detrás de ella, protegiéndola de cualquier daño, velando por su futuro. Mi pequeña genio, mi mayor orgullo.

El día en que cargué a Ryan en aquel hospital, supe que mi hija había ganado un guardián, la forma en que me prometí forjarlo como un hombre de bien y pude lograr convertirme en aquel héroe que él tanto admiraba, justo como en las caricaturas que tanto veía en la televisión.

Todos ustedes son el conjunto de estrellas al que cada noche aspiro mientras miro al cielo, solo que... ahora no les admiro solo.

Darcy llegó, Sab. Me volví a enamorar.

Y fuiste mi primer amor, pero la cachorra se llevó mi corazón de una manera tan rotunda, que ni siquiera pude procesarlo correctamente.

Es ella.

Les amo a las dos, pero la elijo a ella, y sé que lo has aprobado por la forma en que han suscitado las cosas, en cómo siento el revoltijo de náuseas que sentí esta noche tras verla llorar.

Quiero apoyar una rodilla en el suelo por ella y proponerle de forma correcta el casarnos, quiero compartir el resto de mi vida con Darcy.

Y sigue siendo ella.

Me enamoré de la cachorra de forma inevitable y solo te dejo esta carta para agradecerte por los buenos momentos, por una preciosa familia y el compartir cada instante junto a mí. Vivimos la felicidad que se nos permitió, pero con esta argolla frente a tu lápida, me despido de un libro el cual hoy cierra sus capítulos.

Te amo, Sab. Eso siempre tenlo en mente.

Te amo tanto como amé nuestra familia, pero hoy te libero de toda la carga que puse en ti por tantos años. Te retiro los grilletes, y sé que volarás tan alto con esas alas tan preciosas que siempre tuviste contigo. Mi ángel y mi guardiana.

Me quedo con todo lo bueno. Descansa en paz.

Te ama,

James

Babel [Bucky Barnes] EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora