Capítulo 17

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TW: Contenido sexual explícito


Eran las siete de la mañana, aproximadamente. Wanda roncaba en la cama de al lado y ella se levantaba de puntitas de la propia. Intenta no hacer demasiado ruido, pues despertaría el ligero sueño de la pelirroja en cualquier momento. Sonríe ladina, caminando sobre la punta de sus pies en el pasillo que guiaba de su habitación hasta la de James. Cruza frente a la de Steve y Linda, esperando que los dos estuviesen perfectamente dormidos como para escucharla.

Ni siquiera toca la puerta, tan solo empuja la misma, encontrándose con la vista de la neblina en el exterior. Todo lucía precioso a través de las enormes ventanas, las cuales James deja completamente abiertas, y es donde le ve tendido sobre su cama bocarriba, soltando pequeños suspiros que denotaban lo bien que le venía este descanso después de tanto estrés.

Su brazo tintado se ciñe sobre las cobijas con su torso desnudo, suponía que portaba el mismo pantalón de siempre, ese que parecía digno de un retrato de tanto que lo usaba. La castaña se muerde el labio inferior, bajándose los pants oscuros junto a su ropa interior. Deja solamente ese suéter holgado color gris, y una sonrisa juguetona aparece en su rostro, montándose lentamente en la cama sin hacer mucho ruido, buscando acomodarse de tal manera que su feminidad queda a la altura del rostro del castaño, sentándose lentamente en él, moviéndose de forma discreta y sintiendo su barba rozar ásperamente contra la tierna piel.

Tal cual al olisqueo de los perros reconociendo nuevo alimento, el hombre tarda un poco en reaccionar, de pronto tomándola de los muslos aletargado, pasando su lengua por lo que inmediatamente reconoció como su coño. Saborea el agridulce sabor en su paladar, deleitándose con los jugos deslizándose por los costados de su boca. Comenzaba a impregnarse de ella, haciendo que pequeños gemidos escaparan de su boca rosada. Las pequeñas manos de la menor se encontraban apoyadas contra el cristal de la ventana, dejando sus marcas en el mismo conforme sus caderas se movían sobre su boca.

—James... —gime en voz baja, esperando no despertar a nadie.

Los dedos del aludido pronto se aventuran a su interior, escuchándose las salpicaduras constantes de su entrada tras las embestidas recibidas por los dedos tanto medio como índice que embestían de golpe. La boca del otro se embebe completamente de sus fluidos, dejando que su barbilla completa goteara conforme ella lo hacía, moviendo la lengua sobre su clítoris para succionarlo y después dejarlo ir. Los gemidos de Darcy eran ahogados y sus caderas solo buscaban más contacto, moviéndose en un vaivén desenfrenado.

Los dedos de James salen de su interior, pasando la lengua por su hendidura completa, ingresándola a su coño, moviéndola de forma circular dentro del mismo, dejándose sofocar por ella al sujetarle con fuerza de los muslos, tan solo anhelando que permaneciera sobre su cara durante toda la jodida vida. La erección de su entrepierna era una reacción positiva a todo esto, mojando la tela de su pantalón con el líquido preseminal que brotaba del glande.

Los sonidos húmedos llenan la habitación de forma discreta, de la misma forma en que hacen los silenciosos suspiros de la menor. El clima lo hacía aún más perfecto. La calefacción de la casa hacía este momento más cómodo e íntimo para los dos, por lo que en cuanto James comienza a estimular su clítoris con sus dedos, ella pierde el control de sus acciones, meneando su cuerpo en un ritmo aparatoso y descontrolado.

—Papi, papi, papi... —suspira en un hilo de voz, logrando hacer que el castaño moviera aún más rápido sus dedos sobre el pequeño botón rosado, impulsando su lengua en su interior aún más, hasta que por fin ella termina por llegar a su orgasmo—. ¡Ouh! —Se cubre rápidamente la boca, esperando no haber despertado a nadie.

Babel [Bucky Barnes] EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora