Capítulo 26

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NOTA IMPORTANTE: Igual que el caso del Dub-con anterior, colocaré una advertencia antes de la escena y unos asteriscos al final de la misma. Como he dicho antes, el respeto mutuo es importante para mí, por lo que, quienes no deseen leerla, podrán saltársela sin problema alguno. ¡Gracias por su apoyo!



TW: Violencia/ Non-con (Sin consentimiento)

El sol estaba en el punto más alto de esta mañana, aunque la temperatura no era ni fría, así como tampoco poseía el clásico calor extremista de la ciudad. Tres chicas paseaban con algunos bolsos de compras, acompañadas de miembros de seguridad que les ayudaban con el resto. Las tres protegían sus ojos con unas gafas de sol costosas, así como sus cabezas con sombreros lujosos.

Darcy llevaba la delantera con esa tarjeta negra entre sus dedos paseando como cualquier artículo que podría poseer. Detrás de ella, Sarah y Linda también se divertían entre carcajadas con bromas y conos de helado de diferentes sabores. Se habían unido en poco más de una semana, y Banner ya no pudo detener el vuelo de su esposa una vez que se vio contaminada por las otras dos.

Steve apenas y decía los "buenos días" por la mañana, pero Barnes aprendió a darle por su lado, ignorarle y no mirarle siquiera. Él se había buscado esta reacción por parte de ella, por lo que no repararía en pedir disculpas por ello.

Se detienen en una cafetería y piden unos cuantos cafés. Linda prefiere una limonada, dejando que las hermanas disfruten un poco de la cafeína que necesitaban después de haberles levantado tan temprano. Ella no quería estar en la casa cuando Rogers andaba cerca, por lo que les obligó a acompañarla de compras.

—Juro que octubre acabará con nosotras —Darcy da un sorbo a su bebida.

—¿Ya sabes qué harán de Halloween? —cuestiona la rubia con sus brazos cruzados y la vista desde la terraza hacia las personas que pasaban.

—Posiblemente alguna fiesta pequeña —Linda interviene con una pequeña sonrisa—. ¡Me vestiré de hada!

—¡Ese iba a ser el mío! —protesta la menor.

—¡Podemos ser las dos! Yo un hada azul y tú lila —responde la otra.

A decir verdad, la mayor de las hermanas estaba contenta de ver a su primogénita alrededor de la otra. Se complementaban en personalidades y solían ensoñarse de la misma manera con temas similares, como lo eran las celebraciones tradicionales. A veces se cuestionaba acerca de si Darcy hubiese sido diferente de haber sido aceptada su personalidad en casa. Posiblemente Alba y Duncan tendrían al querubín perfecto que siempre soñaron, pero nunca se esforzaron por criar.

—¿Has tenido noticias de James? —De pronto la mayor inquiere, acomodándose las gafas sobre el puente de la nariz.

La mención de aquel hombre hace que los ánimos bajen en Darcy, tan solo recordando la pequeña discusión aquel día en el despacho. Mueve la cabeza en negativa, resignándose a tomar su taza y darle un sorbo a la misma con cierta lentitud. La imagen del más alto sigue presente en ella, aún cuestionándose en dónde se habría metido en todos estos días que no había escuchado de él.

Niega con la cabeza.

—Es un hijo de puta —musita la mujer, ganándose la atención de las otras dos—. No se ha dignado siquiera a avisarme si sigue vivo.

Miente.

Linda no dice nada, pero la mañana siguiente después del cumpleaños de Darcy fue a tirar la puerta de la mansión de James para gritonearle, maltratarlo y tirarle del cabello con fuerza. Por supuesto que su hermano le corre inmediatamente de la casa con el ceño fruncido y unas ojeras que podían alcanzarle hasta los pómulos en cualquier instante, pero al menos había logrado algo de justicia por una de sus mejores amigas.

Babel [Bucky Barnes] EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora