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Omnisciente

- vamos a terminar. - agachó su cabeza frente a ella y su padre. - siento mucho por los problemas causados, señor Miyazaki.

la chica sollozaba ante las palabras del rubio, afirmándose así del brazo de su progenitor que miraba atento al jóven.

- gracias por ser honesto y haber hecho feliz a mi hija, Manjiro, te lo agradezco. - el mencionado levantó su cabeza para mirarse cara a cara. - lamento haberme interpuesto en su relación durante un tiempo, ya sabes que siempre protegeré a mi princesa y buscaré su bien.

ambos asientieron dando por finalizado el tema mirando a Ena.

- los dejaré solos para que... hablen.

el mayor se retiró de la sala de estar causando las risas de ambos.

- ¿viste su cara?.

-¡deberías ser un actor!. - la chica afirmó su estómago, tenía un dolor ante la risa.

- ¿que hay de ti?, ¡que miedo, Ena, te adentraste muy bien en el papel!.

una mentira para su padre que, gracias a una conversación de su hija con Draken, se enteró de lo ocurrido en Navidad.

sí, "habían terminado" pero seguían juntos porque...

otra línea temporal, otra trama.

Ena

- vamos a comer algo, no quiero seguir finjiendo que estoy triste.

- está bien, antes de ayer le robé dinero a Kenchin, jeje.

salimos en absoluto silencio para ir a comer al local favorito de Manjiro que tenía un menú para niños, este le encantaba a él.

hoy Manjiro vino sin su moto por cortesía a papá, ya habíamos planeado todo.

- ordena tú, a mi me da vergüenza. - me empujó a la fila.

- ¡a mi también, Manjiro!. - reclamé sin respuesta, se había ido a sentar.

suspiré unos segundos para hacer el pedido y pagar con el dinero que Manjiro me había dado al llegar.

- hola, quiero un menú infantil y una hamburguesa extra grande con triple queso y una coca cola light, por favor. - sonreí.

- ¿coca cola li...?, está bien, ¿tarjeta o efectivo?. - sus ojos violeta penetraron hasta mi alma y mostré los billetes. - en la pantalla estará su monto, ¿cuál es tu nombre, preciosa?.

- ¿disculpa?. - abrí mis ojos mientras él alzaba sus cejas. - eh, Ena.

- aquí está... su boleta. - escribió algo rápidamente para dármela. - te lo entregarán por la zona izquierda, ¡que tengas un buen día!.

observé el papel, había escrito su número y nombre: Rindo Haitiani. volví a mirarlo, me guiñó un ojo y yo levanté mi dedo medio para arrugar la boleta, había olvidado que existía.

- ¿por qué te demoras tanto?. - Manjiro me abrazó por detrás.

- nada, el sistema estaba lento... - mentí, si le decía le iba a partir la cara.

- ¿que tienes ahí, Ena?. - me quitó el papel para leerlo, por primera vez lo vi tan concentrado.

corrí mi mirada evitándolo y rascando mi cara, estaba nerviosa por 2 notables cosas: mentí y sé las consecuencias.

Secreto || Manjiro S. // MikeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora