Ena
-¿Por qué te acercas tanto a mi para luego desconocerme?, es molesto. - Seguíamos sentados en una banca mirando a la nada.
-Ena, tú misma fuiste la que dijo esa promesa. - Lo observé de reojo, su cabello largo y rubio se movía al compás de la leve brisa que corría. - Y no la romperé hasta que tú me lo ordenes.
-¿Eh?. - Nos miramos unos segundos, ambos estábamos relajados. - Eso es idiota, rómpela tú.
-Entonces seguiré ignorándote ante los demás. - Solté aire por la nariz como si fuera un toro y corrí la mirada. - Tengo hambre.
-No me importa. - Lo ignoré.
-¿Te enojaste?. - Llevó su mano a mi hombro. - Hey. - Seguí ignorándolo. - Mikey llamando a Ena, heey...
-No tengo nada para comer. - Respondí sin mirarlo.
-Entonces compremos algo para comer, o robémosle a Kenchin. - Se levantó extendiendo su mano, la cual rechacé. - ¿Y eso a que se debe?.
-A que no me interesa.
-Que mala onda. - Se paró sobre la banca como una paloma. - Entonces dormiré.
-Duerme. - Me miró desde arriba sonriendo. - ¿Qué?.
-Serás mi almohada. - Bajó para recostarse sobre la banca dejando su cabeza en mis piernas. - Eres cómoda.
¿¡Qué demonios debo hacer en esta situación!?, ¿debería acariciar su cara, rascar su cabello, cantarle, sacármelo de encima o qué?
-Eres como un niño pequeño. - Escondí mi cara como pude bajo mi cabello enredando mis dedos en sus finas hebras.
No recibí respuesta vocal, pero si respuestas físicas como el soplido que hizo por sus fosas nasales debido a la risa y sus ojos achinados. Lo seguí mirando a detalle; sus pestañas estaban un poco más largas que la media y luchaban entre ser finas y gruesas.
Su piel era maravillosa, no tenía ninguna imperfección a comparación de la mía. Su recta nariz se movía de vez en cuando ante algunos estímulos, no sé si por partículas del aire, por el sueño o por reacciones ante mi tacto.
-Desde ahora me perteneces, Ena Miyazaki. - Habló mirándome fijamente a los ojos. - Eres mía. - Levantó su cuerpo y corrió el cabello de mi cara, ¿cómo que soy suya?.
-¿A qué te refieres, Manjiro?. - Saqué su mano de mi rostro, estaba confundida.
-Tus luchas, dolores, alegrías y emociones me pertenecen. - Bajó su mirada sonriendo sin mostrar sus dientes. - Tu tiempo igual es de mi propiedad.
-Estás loco. - Reí. - Te está afectando el sueño.
-Estoy hablando en serio, Ena. - Su expresión y tono serio me sorprendió. - Eres mía. - Mientras posaba su mano en mi mejilla para acariciarla, acercaba su rostro.
-¿Qué es lo que estas haciendo?. - Lo detuve antes de que atacara. - Detente, Manjiro. - Miré sus labios entre abiertos con cuidado.
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Secreto || Manjiro S. // Mikey
Fanfic+18, probablemente amor, vocabulario vulgar, quizás violencia física o maltrato psicológico, una que otra enfermedad mental que se infieren a medida que leen. Una historia de ¿romance? con Manjiro "Mikey" Sano, acompañada de algunos típicos conflic...