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Ena

nos encontramos con Mikey a la entrada y ahora buscábamos la tumba meticulosamente, una por una, letra por letra, apellido por apellido.

"en memoria de Shinichiro Sano"

era ahí.

- ¿Takemichi?. - preguntó Mikey. - Inupi.

- Mikey... - Inupi se refugió al costado del llorón.

unos ojos violeta se asomaron tras el de la cicatriz sonriéndome. yo miré curiosa a Emma, pero ella estaba el doble de curiosa que yo.

- hermanos, ¿también están visitándolo?. - sus aretes se removieron con la brisa. - Ena, al fin nos conocemos.

- Takemichi, llévatelas de aquí. - ordenó Mikey.

intercambié miradas con todos para después salir, ni siquiera alcancé a saludar a Shinichiro...

- esa persona es mi otro hermano mayor Izana, ¿verdad?. - la mirada de la rubia observaba atentamente a Takemichi. - ellos pelearán pronto, ¿cierto?... Mikey nunca muestra sus debilidades, pero es un chico débil.

me limité a escuchar aquella charla que estaban manteniendo, mantuve una escucha activa durante todo el momento hasta que Emma decidió comprar algo para beber.

grave error.

- ¡Emma!. - gritamos a coro.

estaba ensangrentada en el suelo, su cabeza brotaba sangre por montones y mi cuerpo no reaccionaba para ayudarla.

- Emma.... - Takemichi sacudió levemente sus hombros. - ¡Emma!.

- ¿Emma?. - un tercero se integró a la situación. - ¿que pasó?.

corrí a Manjiro llorando, él estaba en shock pero se negaba a demostrarlo.

Inupi apareció junto a Izana, ambos analizando la escena y sin quitar la vista por un rato. luego de un rato, el moreno se fue sin decir nada, como si no le importara que su hermana menor estaba mal.

-... ¡Izana!. - corrí tras él. - ¡Izana, cobarde!.

- ¡Ena!. - Inupi sostuvo mi brazo para detenerme.

- ¡suéltame, ese bastardo está huyendo como un criminal!. - zafé mi brazo con fuerza. - ¿¡tu hermana está accidentada y huirás!?.

- ella... no es mi hermana. - se detuvo en seco recibiendo mis golpes en su espalda. - Mikey tampoco.

giró su cuerpo como muñeca de juguete observándome, bastardo...

- la valiente Ena, ¿no?. - acarició mi rostro.

- suéltala. - Inupi quitó su brazo de mi.

- hey, tranquilo... no haré nada. - escupí sus zapatos. - pero el de allá... - apuntó tras nosotros con su índice derecho. - si.

sentí agua caliente en mi pecho seguido de un gran ardor.

- ¡Ena!. - los brazos de Inupi me sostuvieron y volví a sentir otro ardor, esta vez en mi hombro y pierna izquierda. - ¡Izana!.

- te equivocas, no fui yo quién jaló el gatillo. - bajé mi mirada viendo chorros de sangre saliendo de mi. - fue un gusto conocerte, Ena Miyazaki.

- ¡hijo de puta!. - Inupi rompió mi ropa apretando mi pierna. - ¡Háblame, Ena!.

- el día... está feísimo...

- sí, lo está, ¿que mas?. - otro rasgado de ropa, esta vez para apretar mi hombro. - Ena, Ena, por favor...

Secreto || Manjiro S. // MikeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora