¿Quiero morir o vivir? - Cap. 24

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Yoongi bebía de su vodka y fumaba un cigarro, estaba acabado tanto físicamente como emocionalmente, se veía agotado. Su cara lo decía todo, estaba ojeroso, sus ojos hinchados por las lágrimas y su pelo hecho un desastre.

Aquel chico de ojos grises desgastados admiraba la luna desde su balcón apoyado en este. Se preguntaba si sería ridículo que en noche de luna llena se tirara de un balcón. Se reía fuera de sí, por tener lástima de sí mismo, por no ser como los demás, él no estaba siendo alguien resiliente.

Se preguntaba si se veía tan patético como se sentía, si así se sentían las personas deprimidas, si así era no tener ganas de vivir; pero si no tenía ganas de vivir ¿por qué sus agallas de querer lanzarse, no estaban? ,¿por qué ese instinto de supervivencia estaba presente? Porque en realidad, Yoongi no quería morir, él quería matar su dolor.

Luego otra pregunta rondó por su cabeza, ¿los suicidios se realizaban por cobardía o por valentía?... ¿Por cobardía, porque prefería quitarse la vida, sin poder aguantar su dolor y enfrentar sus problemas?; ¿o por valentía, porque tenía las agallas de quitarse la vida, de saltar del banquillo, de jalar el gatillo, de cortarse las venas?

Y en su embriaguez y pensamientos profundos, pensó una forma irónica de matarse, porque Yoongi consideraba que al menos su suicidio era porque era un cobarde; caminó hacia dentro de su casa, mirando por última vez a la luna con una falsa sonrisa.

Entró y agarró los tanques llenos de gasolina y lo arrojó en su antigua habitación, cogió un cerillo e incendió fuego en este.

—Sólo bastará esta pequeña llama para morir —brotaron unas lágrimas de sus ojos.

Era verdad, iba a morir, este sería el fin de su vida, el fin de tanto sufrimiento y momentos felices, porque sí, Yoongi aprendió a apreciar aquellos pequeños momentos, que aunque parecían tan insignificantes eran lo más grandioso para él. Por ejemplo, cuando su nana lo llamaba "Mi niño", cuando Jimin lo abrazaba, cuando este le dio su primer beso...

Ni él mismo podía creerlo, solo su misma alma le demandaba desaparecer y es lo que estaba a punto de hacer, desaparecer, irse de ese mundo, porque él sabía que había logrado que alguien lo amara de la misma forma que llegó hacerlo él, eso le alegraba, pero...su ser amado, su destinado, no podía estar con un hombre como él, un asesino.

—Bultaoreune —sonrío recordando cuando su Minnie le había dado un piquito y se fue corriendo sonrojado, cuando durmieron abrazados sintiendo el aroma de cada uno, cuando se recostaron sobre el frío césped para contemplar la hermosa Luna junto a las estrellas, esa noche fue la más hermosa de su vida, se había sentido libre, había sido él mismo y Jimin lo amaba.

—Fire —arrojó el cerillo con fuego, viendo el camino que hacía, consumiendo todo su alrededor, mientras que Yoongi apreciaba el calor abrasador y la luz que emanaba este.

El lugar se contaminaba de humo y el fuego deshacía todo a su paso.

Yoongi deseaba que su dolor se fuera, quería que el fuego consumiera su dolor y lo librase de su atormento, porque él no quería morir, él quería matar su sufrimiento, matar su otro yo.

Él no lograba entender cómo alguien diferente existía en su cuerpo y ¿cómo nunca se había enterado? Acaso, ¿era magia? ¿Un tipo de brujería? O simplemente había nacido así, él no era así, claro que no, entonces, ¿cómo apareció otra voz, otra personalidad en su cuerpo?

—Suga, nunca debiste aparecer en mi vida, lastimaste a muchas personas que no lo merecían, pero aunque entre ellas estuviera papá, la peor persona que he conocido, no debías intervenir, por eso debemos irnos, para no causar daño.

Yoongi escuchó una voz que retumbó en su cabeza, su lobo gruñó mostrando los dientes reconociendo esa voz, era Suga, su otro yo.

—Yoongi, solo quise protegerte de ese bastardo, nunca quise que Jimin saliera lastimado…

—Lo deseaste, yo lo sé, lo sentí, disfrutaste hacerle daño a mi omega —gruñó sin fuerzas Yoongi, pues el humo contaminaba sus pulmones como aquella vez cuando era pequeño, se sentía como un dejavu.

—¿Sabes qué?, lo hice, al inició pensé que mi objetivo era protegerte de todo lo que te causara daño, pero no era así, yo quería salir libre, quería vivir lo que tú vivías, sentir lo que sentías y cuando salí y vi a Jimin, entendí porque te habías enamorado, es hermoso, pensé que me amaría también y quise protegerlo por ti, aunque más por mí. Pero cuando vi miedo en sus ojos azules en vez de amor, fue ahí que comprendí que él nunca me amaría como lo hace contigo y por eso quise matarlo.

—Eres un maldito y yo un cobarde, así que moriremos —cerró los ojos lentamente— Te amo, Minnie —dijo sus últimas palabras para caer en el suelo, el humo lo había dormido y pronto lo mataría.













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Besos 💜

Let me Love You  [YOONMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora