Yo quiero... - Cap. 22

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—Ahora sí hablamos el mismo idioma, lo que yo quiero es... Matarlo —esa maldita sonrisa no se lo quitaba nadie, es como si ya estuviera tatuada, en cambio el hombre que estaba amarrado, se puso más pálido de lo que estaba, no podía creer que el niño que parecía no tener ninguna maldad en su ser, estaría ahora mismo con una navaja en su cuello.

—P-por favor n-no lo hagas —lo decía con dificultad pues la navaja no lo dejaba respirar bien.

Yoongi miró aburrido a su víctima, así que sólo plantó más la navaja en su cuello, hasta que vio salir abundante sangre que se desbordaba, le encantaba ese olor metálico que llevaba con ella y como su víctima se ahogaba con su propia sangre, para algunos eso era horrible, pero para él era hermoso, maravilloso, para Suga el sufrimiento humano era ver arte.

Hasta que vio que su querido director se encontraba sin vida lo arrastró a su sillón, el hijo de puta sí que era muy pesado, pero claro hay que ser considerados, al menos hay que darle una bonita despedida.

Sí que había hecho un desastre, limpio un poco; ahora la pregunta era cómo haría para que no lo inculparan por asesinato…Está bien, un poco de creatividad no le vendría mal, se sentó en el piso a pensar como si no hubiera pasado nada. Todo fue interrumpido por alguien que entró a la oficina de imprevisto, oh mierda, se había olvidado de poner seguro, está bien, se merecía un poco más de diversión, al parecer no le había bastado con el director.

—Por ver cómo está tu cara Hyuna, creo que no te gustó mi pequeño desastre, ¿no quieres unirte a mi juego?, no te preocupes, será rápido —De nuevo volvió a aparecer esa sonrisa tan macabra, que hasta la chica se horrorizo...

Ya habían pasado unas horas desde que la policía estaba en su colegio, investigando el asesinato de un señor mayor y una joven, para los policías no fue tan difícil saber que había ocurrido, todo estaba dicho en un video, en el que se declaraba que el director habia violado a la joven hace unas semanas, ella quiso vengarse, le cortó el cuello y luego ella se suicidó. Aún faltaba ver los objetos utilizados, la navaja era una prueba muy importante, Suga no se preocupaba de nada pues la huellas eran de Hyuna.

—Entonces señor Min, ¿vio algo raro en su compañera y en el director? —preguntó el policía apenado por cómo el niño lloraba sin parar.

—Señor policía, y-yo no había n-notado nada raro, p-parecían estar bien —Suga lloraba como el niño inocente que era, se sobaba los ojos con fuerza, para que él policía no notará el color extraño que tenían, se veía tan lamentable bajo la mirada del policía que sólo hacía su trabajo.

—Está bien señor Min, ya no lo molesto y no te preocupes, no había posibilidad de que tu lo supieras —dijo el policía poniendo su mano en su hombro, como una forma de consuelo, para después marcharse.

Dicen que no existe el crimen perfecto, pero para Suga eso no era un obstáculo para su cometido, además había matado dos pájaros de un tiro, Hyuna siempre molestaba a Yoongi cuando podía, le jodía la vida.

Las demás clases se suspendieron así que se suponía que debía tomar el autobús, el cual debería llevarlo a casa, pero prefería caminar hasta allá; mientras caminaba, vio como un niño pasaba por su lado y lo miraba fijamente, ¿acaso tenía algo en la cara?

—¿Qué me miras, mocoso? —dijo un poco enojado, pero el niño seguía mirándolo fijamente, ahh ahora sí lo había hecho enojar. Que ironía, Suga estaba metido en el cuerpo de un niño— ¿Qué quieres maldito?, ¿acaso quieres que te arranque un dedo y se lo dé de comer a los perros? —sí que se había sobrepasado, el niño estaba llorando y corriendo en dirección contraria asustado por lo que escuchó, Suga estaba extrañado, tampoco era para tanto, ese niño era un exagerado. Siguió caminando con las miradas juzgadoras de algunos sobre él, pero eso le importaba una mierda.

Let me Love You  [YOONMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora