Let me Love You [YOONMIN]

¿Un día desastroso? Y Escritor Famoso Cap. 4

—Levántate Yoongi, ya es hora de que vayas a tus lecciones —Yoongi se removía bajo las frazadas, feliz por el calorcito que emanaban, pero una mano que lo sacudía interrumpió su hermoso sueño.

—No quiero, nana —gruñó a la omega.

—Oye no me gruñas y levántate, que ya es hora. ¿No quieres enfurecer a tu abuela, cierto? —eso hizo que Yoongi se levantara de un salto y empezara a alistarse para su primera clase.

—Buenos días nieto —Jennie asintió cuando vio a Yoongi entrar a su despacho.

—Buenos días abuela —hizo una reverencia como modo de respeto.

—Está bien, empecemos —se sentó en su sillón— El linaje Min, ha sido la más poderosa de todos los tiempos, por lo tanto, sabrás que la unión debe ser con un omega con buen patrimonio, como se debe y por lo que he visto, aún no tienes a un omega en la mira y no puede ser más que perfecto, porque yo te encontraré a uno —sus palabras salían tan convincentes y como si fuera obvio.

—¿Qué? Eso significa ¿qué no puedo enamorarme? —estaba atónito.

—Nieto, ¿te has enamorado al menos una vez en tu vida? Si lo estás, me gustaría saber su nombre e investigaré si es apta o apto para desposarlo.

—Ah... —el pálido no sabía que decir, su abuela le había hecho una pregunta interesante... ¿Se había enamorado alguna vez? ¿Acaso aquella chica pelirroja, en serio le gustaba? O ¿sólo era una confusión porque era la más popular de la preparatoria?— Tú ganas, nunca lo he hecho y si lo hiciera, tal vez ni siquiera te importaría y como siempre, pisotearías mis gustos —Yoongi miraba enojado y desafiante a su abuela, la cual solo sonreía, por lo rebelde que podía llegar a ser su nieto.

—Ya sabes como son las reglas, nieto —miraba los papeles en su mano, los cuales contenían las notas y el rendimiento académico de Yoongi, en sí todo estaba bien, pero no perfecto; el único curso en que destacaba era en música, nunca comprendió ese gusto abrumador de él.

—Sí, lo sé, pero eso no significa que me agraden o las acepte —dijo volteando su mirada desanimado.

—Yo no esperaba que te agradara, de todos modos tendrás que seguir la reglas si quieres convertirte en un gran Min

—¿Un gran Min? Un maldito Min —bufó— ¿Se refiere a que me convierta en la peor versión de mí, a que trate a todos como mierda, a que todos me tengan miedo?, porque para mí, eso es ser un Min.

—Nieto, respeta el apellido y si tienes que convertirte en eso para sacar adelante la familia, lo harás —lo miró directamente.

Yoongi estaba molesto, pero una pregunta aturdió su mente, fue solo un segundo; cambió su semblante a uno más calmado y preguntó— Abuela, siempre quise preguntarte algo, pero no sé si se pueda —miraba el piso como si fuera lo más interesante del mundo.

—Dime de una vez, ya hay que empezar con las lecciones.

—¿Me quieres? O ¿al menos me tienes aprecio?

—...

—Ah ¿sabes qué? , mejor no respondas, con eso me quedo muy claro —lo dijo con una sonrisa amarga, para luego mirarla a los ojos— Empecemos.

Después de una larga sesión, Yoongi salió rápido de ahí, ni siquiera se dio cuenta de que su nana lo esperaba sentada en un banco al lado de la puerta del despacho.

El pálido ya no aguantaba, se asfixiaba, le dolía el pecho, las ganas de llorar lo invadía y lo peor de todo… es que no sabía el porqué. Llegó a su habitación y se encerró; queriendo tomar aire fresco, abrió las puertas que se dirigían a su balcón, respiró hondamente y lloró, el cielo estrellado lo consolaba, estaba libre y no sabía de qué.