capitulo 15

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Nos subimos a un taxi y en media hora ya estábamos en el lugar.

—¡Llegamos! —dije.

El abrió los ojos sorprendidos al ver donde estábamos... el puerto, sabía que había visto el lugar de la foto, es una isla cercana a la pescadería donde trabaja el novio de Andrea, Las personas vienen a vacacionar aquí.

Demian se veía asombrado, sus ojos brillaban al ver la isla que no estaba tan lejos.

—¡¿Podemos ir?! —preguntó con entusiasmo.

—Ahora tenemos que volver a tus actividades, pero uno de estos días te llevaré—, un poco decepcionado pero feliz, Demian aceptó volver.

Así nos pasamos el día, de aquí para allá hasta que se hizo tarde; al llegar Demian cansado se fue directo a dormir, Carmen fue a limpiar el piso porque Betto el jardinero lo ensucio de lodo, y yo fui a darle la asesoría a Maximiliano.

Me dirigí al taller de pintura de Demian dónde estaba Maximiliano, Carmen nos sacó de la casa ya que quería limpiar el suelo, justo cuando casi es de noche y el único lugar libre era ese.

—¿Cómo les fue? —preguntó Maximiliano.

—Pues bien, Demian se divirtió mucho —respondí.

El sólo asintió y luego prosiguió con la clase, estábamos sentados al lado en la mesa de Demian ya que casi no había espacio, su respiración estaba muy cerca de mí, se veía muy concentrado en lo que hacía; su perfil se veía tan perfecto que parecía dibujado por el mejor pintor del mundo, no pude notarlo cuando estábamos... ¡porque estoy pensando en esas cosas!

—¿Pasa algo? —pregunto él.

—No... Nada —respondí

—¿Segura? —Se acerca a mi cara mirándome fijamente, lo que descontrola mis nervios haciendo que lo aparté inmediatamente, él me mira de nuevo y me dice:

—¿te pasa algo Elena?

—¿por qué lo dices? —pregunto haciéndome la tonta.

—te noto extraña —se acerca a mi aún más.

—para nada —Trato de huir sin éxito al ser llevada bruscamente a centímetros de su cara.

—¿Por qué será que siento que me mientes? —Toca mi labio inferior con su pulgar lentamente haciendo que un escalofrío recorra mi cuerpo.

—¿qué estás pensando Elena? —susurra en mi oído.

Mierda, es que lo hace adrede. Siento como mi respiración comienza a agitarse poco a poco, y esto empeora al sentir su mano rozar lentamente mis muslos, mi mente se llena de deseo y mis ojos lo reflejan. Lo deseo, deseo volver a sentir tal placer abrumador.

—Veo en tus ojos que me deseas Elena —susurro lentamente mientras su mano se acerca más y más a mi mojada intimidad.

Si continua no voy a poder salir de esto, ¿pero... enserio quiero salir de esto?, su mano roza mi vagina levemente haciendo que mi respiración se acelere aún más, mi cara arde y mis piernas comienzan a temblar.

—Abre más tus piernas muñeca, estas tan mojada solo por un roce, ¿deseas más que eso verdad? —susurra en mi oído.

Asentí sabiendo que ya era tarde para retractarme.

Cuando de repente me toma por la cintura y me sienta en la mesa tirando todas las carpetas y materiales de Demian al suelo, esta agitado, se estuvo conteniendo... toma mi mentón uniendo nuestros labios en un intenso beso, vuelvo a sentir la suavidad de esos labios que tanto anhelaba, me estremezco.

Placer y PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora