capitulo 13

21 2 4
                                    


Elena mintió con sus papeles, ¿en qué más mintió?, ¿será alguna estafadora o algo así?, ¿Debería decírselo a mi padrino?, estudio con una posible estafadora, ¡me acosté con una posible estafadora!

Bueno a ver piensa, ¿qué puedo hacer al respecto? Debería denunciarla... no, porque podría ser un malentendido, o tal vez hablar con mi padrino... no podrían despedirla, aunque ¿Por qué me importaría que la despidan, así me dan una asistente? ¡Eso es! La voy a chantajear, para que sea mi asistente, es algo bajo de mi parte, pero necesito una, además así hará todo lo que yo diga... todo... pensamientos sucios llegaron a mi cabeza, imágenes indecentes de mi asesora arrodillada frente a mi haciendo uso de sus habilidades no administrativas. Decidido esta, hare como que no se nada hoy y mañana la voy a confrontar.

Cuando vuelvo al lugar donde ella esta, actúo lo más normal que puedo, pero tengo sentimientos encontrados al respecto; por un lado, estoy preocupado de que sea algún tipo de estafadora, por otro no quiero que lo sea, pero por otro estoy emocionado de poder ponerla bajo mi mando y que haga todo, absolutamente todo lo que yo diga.

La noche transcurre tranquila y por fin nos podemos ir, nos confundieron por novios varias veces, y hasta nos invitaron con una pareja uno de los inversionistas a una casa de campo.

—Hasta mañana señor Walton tengo cosas que hacer —dice Elena

—Espera —digo tomándola del brazo.

—no estas ocultándome nada ¿verdad? —digo

—¿Algo como qué? —pregunta ella tratando de zafarse

—Olvídalo —digo soltándola

Casi lo arruino, ¿qué me pasa?

***

Ya amaneció y tengo que ir a la universidad Elena vendrá a buscarme seguro; así que me levanto y me arreglo rápido.

Cuando llega notoriamente cansada, con la cara llena de ojeras que hacen un contraste demasiado claro con la miel de sus pupilas. ¿Pero que le paso? Trato de disimular mi duda y me dirijo a la puerta para irme sin decir nada.

—¿Qué me miras? —pregunta con mirada asesina.

—¿por qué te estaría mirando? —digo mirando al marco de la puerta fingiendo indiferencia.

—Anoche me desvele si eso era lo que te preguntabas —dijo

Es cierto ayer me dijo que vería una película con su amiga.

—Pues eso no es de mi interés —digo, otra vez fingiendo indiferencia.

Ella me ignora y se adelanta a mí saliendo primero a pesar de que yo estaba ya en el marco de la puerta.

Llegando a la universidad cada uno toma su camino: ella se fue con su amiga, y yo con mis amigos; no hay forma de que nuestros mundos se crucen fuera del ámbito laboral, esa noche fue...(fantástica) un desliz de su parte y de la mía, aparte es una posible estafadora, acercarme a ella sería solo una mala decisión que evitare a toda costa tomar.

—¡Andy! —grita Líamm

Una melena rubia que se sacudía con cada paso al correr llamaba a mi perdición, era la amiga de Elena quien por desgracia se llevó muy bien con Líamm y ahora serian amigos también en la universidad.

Alejandro, Theo y Dani siguieron a Líamm para saludar a las dos chicas, mis palabras se fueron todas y cada una completamente a la basura cuando tuve que acercarme nuevamente a ellas pues al parecer ahora todos eran amigos.

Durante un buen rato todos charlaron muy a gusto, mientras tanto Elena y yo tratábamos de evitarnos, ni siquiera hemos hablado de lo que hicimos y tampoco es que pudiera poner el tema de conversación, no es como si pudiera decir: <<oye Elena, ¿recuerdas esa vez que follamos? Jaja ¿Por qué hicimos eso?>>

Después de un rato cada uno se fue a su respectiva clase. Mi plan se pondrá en marcha a la hora de mi asesoría. Le preguntare los datos de su ingreso, la confrontare y luego aclarare todo, si es una estafadora la denuncio, pero si es por otra razón hare un trato con ella (decidí que trato suena mejor que chantaje) a ver qué pasa.

En mi receso me dirijo a la cancha bajo las gradas, aquí es más solitario, al ser el lugar más cliché en toda vida escolar la mayoría lo evita así que casi siempre está vacío aquí solo están un vago durmiendo sobre una silla, y una chica que parece tener todas las ganas de suicidarse, pero es muy cobarde para hacerlo, esta sobre un banquillo recostada de una de las gradas desde atrás; cruzamos unas incomodas miradas y cada uno sigue en lo suyo.

Tomo mi celular y marco a mi hermano, hoy no fue a la escuela pues se resfrió así que, aunque Carmen esta con el estoy lo más pendiente posible. La bocina suena unos segundos hasta que Demian toma la llamada:

—alo, ¿Con quién hablo? —dice soñoliento

—¿estabas durmiendo? —pregunto

—Tranquilo, me desperté hace poco —dice

—¿cómo te sientes? —pregunto

—bien, Emily vendrá a traerme sopa después de la escuela —dice entusiasmado

—bueno, ¿y cómo van las cosas con ella? —pregunto curioso

—Pues parece que tenías razón, al parecer le gusto y yo la quiero mucho así que... —dice cortando la frase.

—¿así que...? —digo curioso

—Así que somos novios —dice

—¡que! —exclamo sorprendido

—te explicare luego —dice

—Bueno hablamos en la tarde —digo despidiéndome

—bien — dijo Demian

***

Es hora de salir y ya voy a poner mi plan en marcha cuando Elena y yo lleguemos a casa voy a ponerla en evidencia.

Llegamos a mi casa y Elena ya estaba sacando sus materiales cuando le pregunte si podía hacerles unas preguntas de rutina para un informe.

—Está bien —dijo ella.

—bueno entonces... ¿Cuántos años tienes? —pregunte.

—Diecinueve —dijo ella, mientras yo fingía tomar notas.

—¿Cual carrera estudias?

—administración de empresas como usted ya sabe —dice sin notar lo que se avecina.

—y... ¿Cuánto te falta para terminar la universidad? —pregunto sin más rodeos.

Ella me mira y titubea un par de veces al parecer sin saber que decir.

—para qué es este cuestionario señor Walton? —pregunta ella.

—No respondiste a mi pregunta —digo

—no sé para qué es —dijo evidentemente nerviosa.

—pues bien, entonces lo revisare yo mismo —dije

—¡espera! —gritó

—¿qué sucede? —digo fingiendo ignorancia.

—es que... tengo que decirte algo sobre eso, es que mentí en mi solicitud, pero es que necesitaba el trabajo, si no me iba a quedar sin casa, y enserio lo necesitaba, no fue mi intención mentir, pero créame no soy una estafadora y no me gusta mentir, por favor no me despida.

Ella solo seguía y seguía disculpándose. ¡Bum! Las habladurías psicológicas de Dani sirvieron de algo.

—¡alto! —dije llegando a mi limite.

—por favor no me despida —dijo casi entre dientes

—no lo hare, a menos que...

Placer y PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora