Cap. 17

603 56 7
                                    


(💀)
.
.
.

No tardaron mucho para llegar hasta la orilla, en un pequeño puerto de madera, dejaron el barco a un lado, la rubia se bajó y la azabache detrás de ella, ató el barco en uno de los palos sobresalientes del puerto. Algún día el dueño lo encontraría, después de todo Corona no era tan grande cómo para perderse a pesar de años de vivir ahí.

La azabache había terminado de atar la balsa comprobando que no pudiera irse, los animales bajaron de la balsa y Rapunzel fue a encontrarse con los caballos que estaban por ahí, en cuando se dio la vuelta para ir a buscar a la rubia se encontró con un hombre fornido y alto que jaló su bolsa tomandola, y la empujó del muelle haciéndola caer al agua, no comprendía el porque, pero debía salir del agua lo más rápido posible.

Rapunzel por su parte pudo encontrar a Maximus y Fidella, al verlos los abrazó, fue hasta que un grito la sacó de su pequeña felicidad, volteo la mirada justo a tiempo para ver a Cassandra caer al agua gracias a un hombre. La rubia corrió junto a los caballos para tratar de salvarla, Maximus logró tirar al hombre al agua mientras Rapunzel se abría paso, desató su cabello y lo lanzó hacia el agua esperando que Cassandra lo agarrara. Por suerte la azabache logró alcanzarlo y usarlo como cuerda; Fidella ayudó a Rapunzel a jalar a Cassandra por lo que no pasó mucho para que saliera del lago, estaba empapada, con frío y procurando que nada se había perdido, su bolsa estaba tirada a unos metros de ella y su espada aún la traía con ella.

—¡Cass! ¿Cass, estas bien? —preguntó la menor preocupada por el estado de la azabache, la tomó de los hombros y la miró, estaba pálida, más de lo normal.

—S-Si, estoy bien —tartamudeó por el frío, la madrugada era fresca y el lago no era mucho más acogedor—. Hay que irnos.

La rubia asintió y la apoyó en su hombro, se dio la vuelta para salir del muelle, los caballos iban adelante, Pascal estaba sobre el hombro de Rapunzel y Owl estaba sobrevolando sobre ambas. Apenas pasaron el viejo puente de madera se encontraron con otros tres hombres, estaban vestidos de negro y todos eran altos y fuertes.

—¡¿Qué es lo que quieren?! —gritó Rapunzel sin paciencia para ser gentil o preguntar con amabilidad, habían dañado a la azabache y nunca se los perdonaría.

—Te queremos a ti, la gota de sol —dijo uno con su misma expresión neutra, dos de ellos sacaron unas sogas para amarrar a cualquiera.

Los caballos fueron los primeros en hacerles frente, golpeándolos y rechinando con furia mientras los derribaban. Ambas aprovecharon el momento para irse por otro lado, pero solo se encontraron con más; uno estaba mojado, probablemente sea el mismo que Maximus tiró al agua momentos antes. Owl bajó de las alturas y atacó a uno tirandolo al suelo con sangre en su rostro. La azabache sacó su espada e intentó hacerle frente a los demás que eran unos cuatro, para nada justa esa pelea.

Ella blandió su espada, ellos ni siquiera retrocedieron, uno de ellos sacó otra espada y comenzó el combate. La rubia miró atrás suyo observando que Maximus y Fidella habían sido atados y ahora los jalaban para derrumbarlos lo cual ocurrió pronto.

—Cass, ataron a Maximus y Fidella —comunicó mientras volteaba de nuevo a ver a la azabache que había logrado sostener la pelea de espadas hasta ahora, no es que fuera mala con la espada, pero no la había usado en una pelea real, así que hasta ahora iba bastante bien. En un momento donde pudo hacer otra maniobra le pasó su estaca a Rapunzel.

—Ve y desata a los caballos, ¿puedes usar tu cabello para pelear? —preguntó pues realmente no sabía si eso funcionaba.

—Uhh, nunca lo eh intentado, pero lo haré —aseguró la rubia mientras iba a ayudar a los caballos los cuales seguían intentando levantarse, pero eran detenidos por los tres hombres con cuerdas.

El Último Llanto  (Cassunzel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora