Capítulo 14. ¿Desde cuando me quedo con las ganas?

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—Tenemos que hablar —Crystal habló prorrumpiendo en su habitación.

Anoche no llegó a dormir, no es que le interese lo que hace o deje de hacer, es simplemente preocupación.

Una mera preocupación que no la dejó dormir, está cansada eso reflejó su rostro cuando se levantó y se observó en el espejo mientras se cepillaba los dientes, no obstante, él que estuvo afuera toda la noche no está cansado ni con ojeras, ni siquiera un develo arruina su perfecto rostro.

Esta segura que si le pregunta a donde se fue no le responderá así que se obligó a tragarse su curiosidad.

—Tengo prisa —contestó a secas sin dirigir su vista hacia ella concentrado en la manga de su camisa.

Lucas estaba implacablemente vestido, salvo la corbata, Crystal reparó en esa prenda y cogiéndola se acercó a él.

—No tomará mucho tiempo —dijo controlando los nervios que su presencia le provoca, quedó frente a él obligándolo a verla, enrolló la corbata alrededor de su cuello anudando un perfecto nudo —ordena que me dejen salir tengo que inscribirme al instituto.

Tiene que intentar ganárselo, está claro que él no va a ceder pero al menos puede intentar llevarse bien, decidió.

—No es necesario que asistas —objetó sin dejar de mirarla, ella tenía unas facciones delicadas que realzaban su belleza y un cuerpo capaz de parar el tráfico de un país entero —Me encargaré de que Florencia te consiga los mejores profesores privados.

— ¿Quién es Florencia? —preguntó soltando la corbata que con elegancia se amoldaba a su espléndido traje oscuro.

—Mi secretaria.

—Debo asistir a clases como cualquier otra chica de mi edad —ignoró aquel nombre.

Otro nombre que comienza a detestar sin conocer personalmente a la mujer.

—Con Clariza fue lo mismo.

—Mi madre ya no está —dijo Crystal con renuencia —Nueva familia nueva casa, y nueva forma de vida es lo que quiero.

— ¿Qué estás dispuesta a hacer por un poco de libertad? —la tomó del mentón y ella sintió que la desnudaría con su mirada.

Él solo necesita mirarla a los ojos para intimidarla, ponerla nerviosa y acabar con el control de sus emociones.

—C-Creo no me est...

—Te dejaré asistir a cambio de que seas mi amante —propuso Lucas sin rodeos.

—Debes estar bromeando —intentó hacer oído sordo o hacerse la tonta.

No puede estar hablando en serio, lo que le propone es descabellado, fuera de lo normal.

—Las bromas no son lo mío, es algo que poco a poco irás conociendo de mi —la dureza de su voz corroboraba lo que decía y Crystal se horrorizó — ¿Cuál es tu respuesta?

— ¡Estás loco! —exclamó retrocediendo dos pasos —prefiero quedarme encerrada a ser una.... —se detuvo al comprender que no podía insultarse a sí misma —....Una como ese tipo de mujeres.

—Eres de esa clase, Crystal —pronunció su nombre con un tono insinuoso —Por eso te lo estoy proponiendo, todo en ti refleja que eres adecuada para el papel de amante de un hombre como yo.

—Me niego —reacia ella dijo —esperaré a que regrese mi padre para...

—Da igual —tajó él con aire de superioridad a la vez que la soltaba —De todas formas serás una de esas mujeres cada vez que así lo desee.

La Tentación Prohibida Del MagnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora