Capítulo 25. El Rey de Suecia

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Él puede desprender un aura que te insta a retroceder, alejarte y mantener la distancia por temor pero Crystal ignora esa advertencia al inclinarse y abrazarlo.

—Desde que mi madre murió quería hacer esto —musita ella  —Abrazarte...

Siente que su padre medio se tensa por su repentino contacto pero se deja abrazar, y se alegra que no la rechace ya que necesita de su calidez.

—Es porque tu madre murió que ahora estás frente a mi —dice asentando la mano sobre su espalda —Clariza era la única persona que tenías a tu lado, supongo debes extrañarla ahora que ya no está.

—Mucho. —secuda Crystal y apoya la cara sobre el ancho hombro masculino.

Lo abraza más fuerte, no hay rastro de sorpresa o asombro en ella, lo conoce por las revistas y las entrevistas así que sabe quién es su padre.

—La extraño... —murmura mientras siente esa emoción de felicidad que llena el espacio de abandono que habita en su corazón —La ausencia de mi madre causó un efecto nostálgico en mi pero ahora que te tengo a ti, estaré bien.

—Admito que pensé reaccionarías de una forma diferente, con miedo o timidez al ser la primera que me ves  —su padre sonríe y acaricia su espalda con cariño.

—Ya estoy acostumbrada al terror que Lucas provoca.... Yo ya debo ser inmune a los hombres como ustedes —rompe el abrazo y hace un gesto de disgusto al pronunciar su nombre.

No quiere ni recordarlo.

—Siempre ha sido así, hace que todos lo odien —su padre chasquea la lengua —Le dejé en claro que te tratara bien hasta que regrese pero como suele pasar, ignora mis órdenes y hace lo que le plazca.

— ¡Lo odio! —exclama ella con rencor —Me desprecia por ser hija de la mujer con la que engañaste a su madre. Me restringe las salidas, me mantiene controlada y con una cantidad exagerada de escoltas, mandó a la cárcel a mi profesor porque cree tengo algo con él y debido a eso la institución tuvo que cerrar.

No fue hasta después de haberlo soltado todo que ella inhala y exhala aire como si se desahogara, casi todo porque de lo otro no dirá nada.

— ¿Sabes que a Lucas todos lo odian? —el entrecierra los ojos mientras le pregunta con calma pero su voz hace que incluso el estado relajado de Duval sea amenazador —La sobreprotección es normal en nuestra familia, Alice es tratada de la misma forma y no se queja.

—No es lo que he leído en todas las revistas que siguen la vida social de tu nieta —replica ella —Tiene libre autoridad para salir y hacer lo que quiera, disfruta de su libertad. No sé porque no puede suceder lo mismo conmigo.

—Cierto, Alice tiene permitido y hacer lo que quiere pero con escoltas especiales —Duval gira el rostro hacia las ventanas polarizadas para observar a los corrientes transeúntes con ojos despreciadores —Tu situación es distinta si se enteran quien eres, serás el foco de atención y el objetivo de los que erróneamente piensan pueden destruirnos.

— ¿Has arruinado la vida de un hombre cercano a Alice simplemente porque era  su amigo o su pareja? Porque eso es lo que ha hecho Lucas con mi docente  —lo acusa y sca el tema.

Va a aprovechar el momento para ayudar a Sebastián y mitigar la culpa que la persigue.

—Somos la clase de personas que no nos relacionamos con cualquier individuo y es precisamente por eso que una Rousseau no debe mezclarse con personas que no son merecedoras de su estatus —dice su padre con un atisbo de arrogancia y autoridad que hace ella lo compare con Lucas.

Siente que el esperado padre que quería tener cerca para abrazar y para recuperar todo el tiempo perdido es igual o peor que Lucas.

—Presiento que tomas a mi profesor como una persona que no merece ser amigo mío... Ayúdalo y haz que salga de los injustos cargos que están en su contra —pide ella con voz lastimosa.

La Tentación Prohibida Del MagnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora