control; Hawks/Dabi

Capítulo 19

✨Voten pls✨

Aquella noche de ese mismo Kanzaki no tuvo la visita de su novio en su hogar, lastimosamente. Lo más lógico que ella creyó, fue que le estaba dando su tiempo para descansar o igual se le cruzó algún inconveniente a Dabi. No sabía y tampoco  importaba mucho. Podía vivir un día sin él, obviamente, ¿verdad?

Al día siguiente Ichigo se despertó, tomó su usual café mañanero, miró concentradamente las noticias y... Recibió el mensaje de texto de su Jefe, Hawks.

“¡Ohayo, Mochi-Chan! Espero te encuentres bien. Quería pedirte que, cuando esté de regreso a la ciudad me mandes tu ubicación para ir a verte... ¡Podemos pedir pollo frito para comer o... Cenar!”

Leyeron de forma repetida los ojos de Kanzaki. ¿Él quería reunirse en su hogar con ella? No... Definitivamente esa no era una buena idea.

“¡Buenos días, Chicken wings! Mi tren no tardará en salir en menos de dos horas, espero estar llegando a medio día... Aunque hahaha, mi hogar es un desastre, no he tenido tiempo para darle un arreglada. ¿Qué te parece si te alcanzo en la agencia?”

Escribió y mordió su labio inferior algo ansiosa. Ese pajaro le estaba metiendo una presión sobrenatural.

Chicken Wings:
No quiero que gastes mas energías y... Tampoco me importa como este tu hogar, en realidad mi atención eres tú.

Una gota de sudor escurrió por una de las sienes de la ojiverde.

Kanzaki:
¡Puedo ir a tu hogar si gustas! Pediré un Uber o... Seidō-kun puede llevarme...

Una de las alborotada cejas de Hawks se arquea con algo de interés al leer ese mensaje de texto de su recluta.

¿Una chica en su departamento? Jamás en su vida una mujer había puesto un pie en él. Relamió sus labios y después pasó una mano por su barbilla. No le importó que Kanzaki fuera la primera chica que trajera a su lugar, de verdad quería verla.

Chicken Wings:

¡Muy bien! [adjunta ubicación] Te estaré esperando, Kanzaki-chan.

Ya no replicó algo, mas que:

Kanzaki:
😃👍

Internamente estaba gritando. No sabía a ciencia cierta porqué quería evitarlo. Sin embargo, no soltó su teléfono y de inmediato busco el nombre de Seidō en sus contactos. En cuanto sus orbes se encontraron con él, lo pulsó, enviándola directamente en una llamada con su guardaespaldas.

— ¡Yooo, Seidō-kun! Mi queridísimo y estimado guardaespaldas del alma... Mi fiel amigo, mi colega, mi mugre, mi-

— ¿Qué es lo que quieres, Kanzaki? —escuchó interrumpirla la adormilada voz del ruso.

— Yo... Eh... —tragó saliva con algo de conflicto— Quería saber si podías acercarme unas calles el día de hoy por ahí de las dos... Tres de la tarde a unas cuadras del hogar de... Hawks.

— ¿Te invitó a su casa? ¿El héroe número dos quieres que vayas a su casa? —indagó el hombre de manera una tanto sospechosa.

—Yo lo sugerí, antes de que el pusiera un pie en la mía. —aclaró, como si eso fuese una mejor respuesta.