⁰⁷ Mi amiga, boleto de ida ✓

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Amigos... ¿verdaderos?

     — Espera, entonces ¿Héctor no te tocó hasta que fuiste mayor de edad? Eso realmente no me lo esperaba dada la situación. Por cómo abusa… perdón, por lo que vi que te hace, imaginaba aprovecharía la situación desde el principio. Pero aún así, de cierta forma él se aprovechó de tus circunstancias y tomó ventaja de para sus intenciones.
Aunque admito que no lo hizo como lo imaginé, es algo para reconocer. ¿Y qué pasó con tu amiga? Por lo que me comentas, ella también pasó por abusos así como tú y supongo que eso las unió. Pero seguro estaba celosa de ti, ¿verdad?

¡Ves! ¡Te dije Agustín! Te dije que no lo juzgaras hasta saber bien nuestra historia. Aunque en honor a la verdad, quiero ser completamente honesta contigo. Si pasó algo entre nosotros antes de yo cumplir los 18. Pero eso tuvo que ver un poco con lo ocurrido con Scarlett y los problemas que nos trajo su visita.

Como tú mencionas, hasta ahora Héctor y yo creemos que hizo lo que hizo por celos, y de cierto modo la he llegado a entender. Entiendo muy bien como se podía sentir y la imagen que tenía de Héctor la cual, después me enteré, buscó en otros hombres que si se aprovecharon de ella en todos los aspectos. Por lo que su viaje lo vio como una esperanza o escape de toda esa situación.

Para que lo tengas en cuenta, Héctor nunca estuvo de acuerdo en que ella viniera, no entendía la razón, pero siempre rechazaba la idea. Incluso cuando ya estaba por llegar, me dejó muy claro que él no podría verla mucho tiempo, que estaría en el trabajo, cosa que ahora sé, lo hizo para alejarse de ella. Para ese momento, Scarlett ya se le había insinuado muchas veces a Héctor, antes de que ella tomara el avión de regreso supe que se dejaron de hablar por completo cuando ella le envío fotos desnuda.

Me dirás qué soy demasiado inocente por creer eso, que seguramente Héctor la provocó o se las pidió de alguna forma, que él lo había permitido. Pero se aseguró de dejar la evidencia suficiente por si lo necesitaba, así que dejó todos los mensajes los cuales tuve que leer. Supongo que no borró nada por si algo como lo que pasó llegaba a suceder, además que ella al final lo aceptó todo frente a mí. También eso explicaba mucho su cambio de actitud hacía ella y el motivo por el cual ponía tantas trabas para recibirla.

¿Y por qué al final cedió? Bueno, en eso si tengo que aceptar mi culpa. Nunca le había pedido nada hasta que ya era posible que Scarlett nos visitara. Para mí ella era la única amiga real que tenía, a la cual yo quería muchísimo y por eso le insistí tanto en traerla. De hecho, de que ella cumplió 18 años a qué Héctor aceptó traerla pasó más de medio año. Supongo que por la misma ilusión y cariño que él veía le tenía a mi amiga terminó aceptando. Y por la misma razón Héctor tampoco me había dicho como se comportaba realmente Scarlett ni lo que les hizo terminar su amistad.

Bien, con ese contexto supongo ya te puedes imaginar lo que sucedió, pero te explicaré como fueron las cosas. Es un dato importante, ya que fue eso lo que provocó a Héctor no esperar hasta yo haber cumplido la mayoría de edad.

Cuando Scarlett por fin llegó al país, fuimos por ella al aeropuerto. Héctor actuaba normal, la recibió bien, o lo normal pero rápido nos dejó en casa y él se regresó al trabajo. Los primeros días transcurrían de forma normal o tranquila, salíamos juntas a pasear y divertirnos para que en la noche Héctor pasara por nosotras para llevarnos a casa.

Ya en casa, Héctor no se quedaba mucho con nosotras, decía que estaba muy cansado y se iba a su habitación a encerrarse. En ese momento me pareció de lo más normal, fue en la época que más lo he visto trabajar, incluso más que ahora.

De hecho lo que me ponía un poco mal era que con mi amiga allí yo no podía acompañarlo hasta que quedarse dormido como ya venía siendo una costumbre. En esos días le comenté a Scarlett lo que estaba haciendo para qué Héctor se fijara más en mi -lo de vestirme más provocativa-. También le comenté como, cuando llegaba muy cansado me quedaba con él un rato por las noches. Así que a ella se le “ocurrió” para el fin de semana ir a un balneario. Ahí se supone que yo justificaría el vestirme con algo, para según el plan, provocar a Héctor. Yo no me imaginaba realmente cuáles eran sus reales intenciones, por lo que acepté sin problema.

El viernes por la noche le dijimos a Héctor que al siguiente día queríamos ir al balneario, a lo cual, él no muy contento aceptó. Para no hacerte muy larga esa historia, solo ten en cuenta, si yo me llevé algo que consideraba provocativo, ¡ella me hizo quedar como una monja! Hasta la fecha no he encontrado un traje de baño así de pequeño. Con decirte que la bolsita en la que lo guardó tenía más tela que su top y tanga juntos. Yo conocía perfectamente su bien torneado cuerpo, más adelante sabrás la razón.

Aunque no se veía mal, si era demasiado para usar en un lugar que era algo público y familiar. O dentro de mi prejuicio fue lo que pensé y sigo pensando hasta ahora. Bueno, además de ese detalle y llamar la atención de todos los que estaban ahí presentes, toda la mañana se la pasó pegada de Héctor. Incluso yo pude notar como lo incomodaba y buscaba apartar la vista. Llegó al punto que se inventó una llamada urgente y se fue huyendo de ahí.

Cuando él se fue, yo hablé un poco molesta con Scarlett, era obvio que hizo que Héctor se fuera. Además que ni siquiera se alcanzó a fijar en lo que yo llevaba puesto de tanto que se la pasó pegada a él. Ella me dio la excusa de que quería ver si encontraba un chico para “divertirse”, y que solo estaba jugando con su amigo Héctor. Que ella no tenía “la intención de correrlo”… y ahí va Sofía a creerle.

Ese tarde Héctor no fue por nosotras, creo que se sintió tan mal que prefirió mandar a don Leo para que nos llevara a casa. Él llegó muy tarde, supongo que intencionalmente para no encontrarnos. Pero nosotras estábamos aun en la sala conversando, entonces lo que hizo fue decirnos que para el siguiente día tendría que trabajar desde temprano, así que no podría acompañarnos de nuevo. Eso me llamó mucho la atención, ya que hasta ese momento por más trabajo que tenía, nunca me había dejado un domingo. Siempre decía que ese día era para convivir entre nosotros. Lo sé, eran claras las señales.

Esa noche nosotras nos fuimos primero a la habitación, Héctor se quedó en la sala viendo alguna película. Yo me estaba lavando los dientes cuando Scarlett me dijo que iría por un vaso de agua para la noche. No le presté mucha atención hasta que vi por el espejo del baño que salía desnuda de la habitación. Cuando vi eso ¡casi me trago el cepillo de la impresión! Sobra decir que salí tras de ella pero sin levantar la voz por si Héctor ya estaba dormido. Yo seguía sin pensar o imaginar lo que realmente quería hacer, solo no quería que Héctor la viera así y me dijera algo. Ya que ni él ni yo andábamos así por la casa.

Al estar bajando las escaleras escuché que hablaba con Héctor, yo me súper preocupé hasta que escuché como Scarlett decía:

     — No puedes negar que te gusta lo que ves, en el balneario no podías disimular como te ponía verme, -a lo que añadió-. Ella ya está por acostarse, jamás va a sospechar de nosotros. Además que yo esté aquí es claramente porqué aun no le has dicho nada de lo nuestro.

Cuando dijo eso, yo me volví a quedar muda, Escuché que Héctor respondió algo, pero en ese momento ya no podía entender nada. Así que lo único que hice fue volver a la habitación, en donde me tiré en la cama sin saber que pensar. Unos segundos después entró Scarlett, cabe aclarar que no estaba desnuda, traía el mismo traje de baño aunque para efectos prácticos era lo mismo. Entró y me dijo algo que tampoco entendí. Toda esa noche me la pasé llorando en silencio pensando en mil cosas, me sentí cómo hacía mucho, totalmente sola.

Realmente me puse muy mal, no dormí en toda la noche, pero con el paso de las horas me fui calmando. Recuerdo concluir qué, yo ya había elegido estar con Héctor aunque no fuera como yo quisiera y debía respetar sus decisiones. Incluso los apoyaría si eso lo hacía feliz a él.

Al siguiente día no vi a Héctor, salió demasiado temprano y volvió muy noche. Ese día y los siguientes yo trataba de disimular con Scarlett y de vez en cuando intentaba hacer que me confesara -lo que según yo creía- pasaba entre ellos, pero obviamente no lo hizo. Yo notaba como todas las madrugadas Scarlett se levantaba medio desnuda y salía de la habitación. Claramente iba con Héctor, pero me llamaba la atención que no tardaba mucho en volver. Todo continúo igual hasta el siguiente sábado, día que tenía su vuelo de vuelta.

SUMISA, Su Historia [Sofía]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora