- ¿Agustín? ¡Reacciona! No creí que tú te pudieras quedar callado. ¿No vas a decir otra cosa?
- Sofía, no puedo procesar lo que me dices. No es que no te crea, simplemente lo que me has dicho está al extremo opuesto de lo que yo pensé. Y no solo sobre ti, jamás me imaginé que Héctor tuviera esa personalidad detrás del hombre tan correcto que tengo años conociendo.
- Te entiendo, pero que tengamos una relación en donde me somete no es incorrecto, solo es nuestra forma de amarnos. Pero, entonces ¿ya no hay más preguntas?
- ¡¿Qué?! ¡Claro que sí hay preguntas! Solo estoy organizando un poco las cosas en mi mente. Además que no deseo hacer una pregunta que te parezca de mal gusto como la anterior.
Ya me dejaste bastante claro que tu a parte de disfrutar, realmente aprecias este tipo de relación con Héctor. Mi duda respecto a eso es, ¿qué ocurre cuando te pide algo que no deseas hacer o directamente no le obedeces?
Ok, esa es una pregunta válida, te responderé. Debes tener algo en cuenta, algo que creo aún no has entendido. Aunque es una relación en donde yo soy totalmente sumisa a su voluntad, no es una relación basada en el control. Héctor está seguro que no necesita nada de esto, nada de vibradores, esposas, cuerdas, látigos o correas, para que yo haga su voluntad. Yo decidí entregarme a él desde mucho antes. Ni siquiera él lo sabía y yo ya era de su propiedad, ahora tú ya sabes mis motivos para haber decidido eso. Bien, teniendo esto en cuanta, el que me domine no es más una forma de expresar nuestro amor. No es la única, solo es quizá, la más llamativa o menos común. Sobra decirte que confío plenamente en él, sin siquiera pensarlo he puesto y volvería a poner mil veces más mi vida y futuro en sus manos.
Toda esa confianza es dado que jamás me pedirá algo que me dañe o perjudique, y aunque no siempre lo entienda, el tiempo siempre le ha dado la razón. Entonces nunca lo he desobedecido, ni una sola ocasión. Lo único que ha pasado han sido dos situaciones diferentes en las que no le obedezco inmediatamente como debería hacerlo. La primera, es cuando yo intento resistirme un poco solo para hacerlo molestar. Y la segunda, es cuando me pide cosas nuevas que a mí no me da mucha confianza hacerlo, pero al final terminan siendo de mis favoritas. Te daré ejemplos de lo que pasa en ambas situaciones.
Cuando yo soy la que lo provoco. Por ejemplo, esa noche en la oficina después de que te fuiste. Héctor me pidió que me volviera a subir a su escritorio sobre los papeles que ahí dejaste. Al acercarme, en lugar de subirme al escritorio como debí hacer hecho, me puse de rodillas en el suelo, a lo que él dijo lo siguiente:
- ¿Entonces te pondrás en esa actitud? No me digas que te pusiste así por que Agustín te vio. Pero si quieres puedes quedarte así, solo tendrás que aguantar lo siguiente.
Al decirme esto, desde su celular subió al máximo el vibrador que llevaba en mi vagina. Cuando hizo eso, yo no resistí tanto y me tiré al suelo empezando a gemir. Si momento en que lancé los primeros gemidos, Héctor apagó el vibrador, se levantó de su silla y se paró a mi lado.
- ¿Qué no te dije que guardaras silencio? ¡Mira! También ya te mojaste toda. Me has desobedecido en más de tres cosas, y eso no lo puedo pasar por alto. Hoy te has portado muy mal Sofía, así que tendré que recurrir a tu cadena de castigo.
No se si tú te diste cuenta aquella noche, pero desde antes que tú te fueras yo ya estaba muy excitada, y que pusiera mi vibrador al máximo provocó una explosión enorme en mi, explosión que me dejó tirada en el suelo con pequeños espasmos en el vientre. Héctor fue al cajón de seguridad que tiene en su oficina, de dónde sacó mi correa de castigo. Es un collar que me queda bastante justo, con una correa más bien larga, que en ocasiones usa como látigo. Pero además sacó un dildo o un plug que yo no había visto, no te daré detalles muy gráficos, pero era uno un poco más grande de "lo normal". Con ambas cosas volvió a mi lado, se agachó a ponerme el collar mientras me decía:
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SUMISA, Su Historia [Sofía]
Teen FictionNo, no es otra historia erótica. ¿Te atreves a leerla? Ella, una de las mejores diseñadoras de interiores del país, conocida por ser una mujer impetuosa, perfeccionista e ingobernable. Muchos en la oficina le temen. Él, un gran empresario, el mejor...