The Red Shadow: the new experiment

Capítulo 13

(Las palabras en cursiva están en español, las negritas son recuerdos o mensajes).

(Texto alineado a la derecha con letra normal, son sueños o voces)

Observaba a los científicos wakandianos pasar frente a ella, cuando un zumbido llegó a su audición y todo empezó a cambiar a su alrededor. Las voces.

T/N, ya acostumbrada a ello, echó la cabeza hacia atrás apoyándola en el respaldo del asiento, para evitar caerse debido al mareo que causaban.

Estaba en el interior de la casa/cabaña en medio de la nada. Caminó alrededor, buscando el por qué su mente se concentraba en aquellas imágenes. Luego de un par de minutos dando vueltas por el segundo piso, bajó, encontrando en la mesa del comedor a Natasha con su cabello despeinado mientras anotaba algo en una libreta vieja. Se acercó a ella, consciente de que no podría verla o escucharla y asomó su vista sobre su hombro.

-Nat, tienes que descansar un poco- comentó Steve entrando repentinamente, sobresaltando a la chica- no puedes seguir así.

-¡Ya lo sé, Steve!- se exaltó Natasha golpeando la mesa mientras levantaba la mirada. El rubio se sorprendió ante ello. La pelirroja, al notar lo que hizo, parpadeó varias veces y bajó la mirada, apoyando su frente en una de sus palmas- perdón no quise... Sé que tú estás relajado porque te aseguraste de que Sam tuviera el escudo en el futuro, pero tenemos que salir de aquí. En tres meses T/N cumplirá 10 años y estaremos afectando directamente la línea temporal. No podemos estar aquí por mucho más tiempo.

-Encontraremos la manera- dijo Steve sentándose frente a ella, observándola con seguridad- solo tienes que relajarte. Por favor.

Natasha lo miró directamente a los ojos, demostrando completamente su miedo y preocupación ante la situación que cruzaban.

-Llevamos aquí casi 3 años Steve- susurró la mujer mientras arrugaba su ceño- y no hemos avanzado nada.

-Los relojes para el viaje en el tiempo que nos dió Tony ya los arreglamos, Nat. Solo necesitamos las partículas PYM y estaremos de vuelta a nuestro tiempo- calmó Steve colocando su mano sobre la pequeña de la mujer.

-Es lo que hemos dicho durante un mes- añadió Natasha negando- ya no hay tiempo.

Unos leves toques se presentaron en la puerta y segundos después, ésta se abrió dando paso a una pequeña niña con varias bolsas en brazos. T/N del pasado.

-He llegado- anunció con una leve sonrisa- perdón Steve, esta vez no pude conseguir avena entera, pero la encontré molida, espero que te sirva.

El hombre se levantó y ayudó a la pequeña a colocar las cosas en la mesa y empezar a acomodarlas. T/N se paró de puntas para tratar de alcanzar un producto que encontró para levantar el ánimo de la mujer, pero al ver que no podría alcanzarlo, se acercó a un banco y lo jaló, para luego subirse de rodillas y encontrarlo, incrementando su sonrisa.

Desde hacía varios días que notaba la tensión en Natasha cada que la observaba, y, aunque no supiera exactamente el porqué, quería relajarla.

Bajó nuevamente y se acercó a Natasha, quien seguía concentrada en el plan que trataba de realizar sin alterar tan directamente a la línea temporal.