Capítulo 15

1.3K 111 359
                                    

(Las palabras en cursiva están en español, las negritas son recuerdos o mensajes).

(Texto alineado a la derecha con letra normal, son sueños o voces)


Acariciaba delicadamente la cabellera de su hija, sonriendo levemente ante el cosquilleo presentado en su cuello debido a su lenta respiración. Las facciones de T/N estaban relajadas, su pequeño brazo rodeaba su cintura mientras que apoyaba su cabeza sobre su pecho, escuchando sus latidos. Del otro lado, Yelena se acurrucaba en ella, colocando su frente y nariz muy cerca de su hombro. Natasha sonrió ante la escena que se iluminaba gracias a la leve luz de la luna.

Las había extrañado de una manera inexplicable. Ambas eran sus mayores vulnerabilidades que trató de ocultar. Sus razones de vivir. Su hermanita y su hija. Y tenerlas con ella en aquellos momentos, solo la hacía sentir con una inmensa paz que no pudo tener durante años.

Estaban en una de las colchas en el piso de la sala de la casa Barton. Varios de los Vengadores se habían retirado, sin embargo, los más cercanos a Natasha se quedaron, no dejando ningún espacio en las camas del lugar. Bucky dormía en un sillón y Sam en otro a sus lados.

Unos pasos por las escaleras se hicieron presentes, para luego, pasar no muy lejos de ellos y la luz de la cocina se prendió. Natasha volteó con extrañeza, era muy de madrugada como para que alguien se encontrara despierto solo por decisión.

La mujer se removió un poco al sentir que su brazo se entumecía debido a su posición. No tenía intenciones de apartar a su hermana ni su hija, pero los ruidos en la cocina le daban curiosidad. T/N frunció su ceño sujetándola al sentir que Natasha trataba de quitar su brazo con delicadeza. Natasha rió levemente y besó la cabeza de su hija, llamando la atención de sus ojos adormilados.

-¿A dónde vas?- cuestionó T/N.

-Voy por un vaso de agua nena, en un momento regreso- susurró Natasha con una sonrisa, y T/N asintió- acércate a tu tía Yelena- pidió.

Cuando Natasha se levantó y empezó a arreglar un poco su ropa holgada, T/N buscó el calor de Yelena, la rubia reconociéndola y abrazándola, entregándole a su sobrina el refugio que buscaba. Natasha se contuvo de tomar una foto de aquel momento. Casi no había tenido la oportunidad de ver a Yelena como tía, y observarlas de esa manera solo hacía que aquella necesidad de colocarlas dentro de un cubo de cristal para que nadie las lastimara se incrementara. Ambas eran las personas que más quería proteger en el mundo.

Finalmente, empezó a caminar hacia la cocina y se acercó al trinchador dónde se encontraban las vajillas y vasos.

-¿Ahora qué es lo que te molesta Tony?- cuestionó Natasha, causando que el millonario se sobresaltara y casi dejara caer lo que traía en manos.

-¿Nunca le has dado un paro cardíaco a alguien?- se quejó Tony volteando a verla. Natasha se acercó a su lado para servirse un poco de agua, caminando con aquella elegancia que la caracterizaba.

-Hasta el momento no- respondió Natasha casualmente. Tony negó agarrando un poco más de cereal- ¿Qué Stark? ¿Me extrañaste?

Tony rió mientras servía la leche.

-Para nada Natalie- mintió. La mujer le dió una rápida mirada y Tony sacudió delicadamente su cabeza- solo un poco.

-Mhhmhh- murmuró Natasha con su usual sonrisa ladeada.

Tony agarró un puñado de gomitas y se sentó en la barra de desayuno, colocando todo lo que había agarrado junto a él. En cambio, Natasha empezó a buscar crema de cacahuate en la alacena. Al encontrarlo, lo sacó junto al pan de caja.

The Red Shadow: the new experimentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora