Internado: La Paz (Darlene)

Capítulo 37

Capítulo 37

Dennison se encontraba con un pequeño pastel en su mano y miraba unos adornos que habían hecho los jóvenes de distintos grados.

Dio un mordisco al dulce pastel.

Fletcher toco su hombro y le entrego una sonrisa para que se animara y no estuviera con ese rostro tan serio.

— ¿Por qué ese rostro?

—No quiero estar aquí.

— ¿Por qué? —Pregunto Fletcher.

Decirle porque, era algo que no quería hacer... Su amigo preguntaba a propósito para que terminara explicándole el dolor que sentía que nadie venga a verlo...

Dennison señalo a una familia que estaba riéndose mientras veía unos pequeños informes de temas que habían presentado los jóvenes.

—No tienes que pensar en eso.

—Como que no quieres que piense en eso, si aquí es donde me lo hace recordar más...— Se le llenaron los ojos de lágrimas y trato de que no se le escapara una lagrima para no hacer el ridículo.

—Puedes ignorar y hacer tu vida.

—No lo entiendes —Negó con la cabeza.

Su amigo no dijo nada, se quedo en silencio unos segundos, mientras se servía un poco de jugo de naranja.

—Si lo entiendo, mírame a mí.

Era verdad.

No se había dado cuenta pero tampoco habían venido nadie a visitarlo a su amigo y el estaba tranquilo. Dennison se estaba haciendo problema, y tenía al frente una persona que estaba viviendo lo mismo que él, y no se hacía problema.

Pero cada cual es como es.

Quizás Fletcher podía soportarlo pero el, no. Sintió arrepentimiento y quiso relajarse para no seguir con ese problema.

Fletcher sonrió y le dio un golpe en el hombro.

—Creí que...

Lo interrumpió.

—Yo también— Asintió.

Sintió un momento incomodo y no quiso preguntar mas nada.

En el fondo sabía que Fletcher estaba luchando para dejar el alcohol y recuperarse por su familia. El día que tenía la oportunidad de verlos, no venían.

Se debía sentir horrible tanto como él.

Quería que este momento de las "Fiestas" de ese internado acabaran ya, pero para su desgracia terminaban tarde.

—Lo siento mucho.

—Estoy bien —Asintió— No quiero ponerme triste porque empiezo a pensar en que un poco de alcohol me tranquilizaría, y eso es en lo que no tengo que pensar —Tomo un sorbo de su jugo.

—Aquí no hay alcohol.

—No quiero que me agarre el ataque —Le sonrió a su amigo.

Dennison asintió.

— ¿Quieres que le pregunte a una profesora cuanto tiempo tenemos que estar para cumplir horario y no nos castiguen? —Pregunto Fletcher amablemente.

—Seria genial.

Cuando su amigo se separo de nuevo para buscar a un profesor, se sintió vació como siempre. Su rostro volvió a estar serio y se quedo allí parado, mirando hacia la nada.