Internado: La Paz (Darlene)

Capítulo 33

Capítulo 33

Pasaron días en el internado, y todos trataron de que todo vuelva a la normalidad. Era una tarea difícil, pero tenían que intentarlo.

Las autoridades del internado, habían hablado de que en dos semanas cerrarían el internado. Pero en esas semanas que quedaban, tenían que actuar de forma normal y hacer como si nada pasara...

En cuanto decidieron que solamente harían los velorios de las personas que murieran con sus familiares, no tenían que porque meter a los jóvenes del internado.

Las clases se volverían a dictar normalmente, sin suspensiones y pusieron seguridad en casi todos los pasillos del internado. Los jóvenes tenían que soportar las cámaras del internado, y ahora a policías que anden recorriendo los pasillos de allí.

Ellison y Sunny a veces cuando tenían tiempo planeaban como podían escapar de ese lugar, pero se le hacían bastante difíciles razonar planes para salir. Encima cada vez ponían más seguridad.

—Olvídate del plan...

Ellison siempre decía.

Ramona no había salido de la habitación por dos días enteros. La verdad la muerte de su amiga, la había traumado y le había llegado al corazón, la quería como a todos sus amigos y le impresiono verla de un día para el otro totalmente muerta, sin entender quien lo había hecho, cómo y cuando fue que ella no se entero de nada.

Dos veces al día la única que podía entrar a su habitación era la psicóloga para hablar con ella, para que supere lo que paso ese día a la noche en la cafetería.

Azael y sus amigos ya ni siquiera miraban a Ellison para molestarlo, sus ánimos habían bajado por completo y Ramona estaba faltando a clase.

Los días pasaban y Sunny seguía jugando a la tabla del Ouija.

Nada importante pasaba con ese juego, pero a veces podía sacarle algunas preguntas al espíritu con quien se hablaba.

Estaba dándole importancia a ese juego... Todas las tardes que podía se encerraba en su lugar secreto y más o menos una hora y media estaba jugando.

Se había hecho una buena amiga de ese espíritu, hasta pasaba a contarle cosas importantes de su vida y sus sentimientos hacia Ellison. Ni siquiera en las últimas sesiones con la psicóloga le contaba tanto como le contaba a la tabla del Ouija.

Ellison mientras Sunny pasaba esas horas en su lugar secreto, iba a la biblioteca a leer o hacer las tareas que los profesores mandaban a hacer. Seguía siendo responsable.

También casi siempre sacaba su cuaderno y escribía.

Kenly en esos últimos días había estado sin ánimos de hacer nada y otra vez el bajón le había agarrado por recordar a su novia.

La verdad que verla en su pesadilla, le había dado sensaciones de verla, hablarle, abrazarla y hacer muchas cosas con ellas, pero sabía que ella nunca más regresaría y eso era lo que lo ponía demasiado triste.

Nunca más iba a tenerla como antes. Nunca la recuperaría.

Sam se preguntaba que le pasaba todos los días, porque Kenly no era el mismo chico desde hace unos meses atrás, algo en el había cambiado.

Estaba deprimido, sin ánimos, sin ganas de hacer nada, hasta él lo notaba que no estaba en el cuerpo de él.

A veces Novalee y Chloe hablaban sobre eso, pero no se podía hacer nada más que preguntarle como estaba.