Internado: La Paz (Darlene)

Capítulo 5

Capítulo 5

6 de Octubre.

La paz siempre se veía muy tranquilo por fuera, pero por dentro demostraba todo lo contrario. Los profesores y las autoridades de allí, estaban preparando todo allí adentro, para el día de hoy... Era el primer día del año 2014 que se recibía a jóvenes nuevos.
Todos los años se le daba la bienvenida a un grupo de chicos lo que significaba que siempre estaban abiertas las puertas para que cualquiera que quisiera entrar, durante los primeros meses del año.
Mientras que los otros chicos que estaban hace muchos años, o hace meses, estaban acomodando todo para que a los "nuevos" los recibiera como correspondía. Era su deber colaborar en esas cosas porque se lo pedían los profesores, si no serían castigados. Así es, el castigo ahí se seguía probando, pero nada de disciplinas físicas sino de hacer actividades extraescolares, o limpiar algún lado, nada más.
Solo parecía un internado normal para adolescentes que tenían problemas en su vida, problemas psicológicos, conductas rebeldes o con alguno de sus familiares, como los sentimientos de odio y rencor. Lo único que se necesitaba para que un joven ingrese allí era pagar todos los meses una cuota como si fuese una escuela privada y la aprobación de los padres, necesariamente con un certificado médico.
Era una mañana fría, no se mostraba el sol, había un poco de llovizna. El clima hacía que el internado sea más tétrico. Además que le faltaba pintura en bastantes partes y de afuera parecía que no estaba muy bien cuidado, había un cementerio que estaba pegado al lado del edificio, y asemejaba un lugar de una película de terror. El bosque que lo acompañaba y la iglesia también daban un aspecto terrorífico al ambiente.
El director nuevo había llegado y estaba saludando a todos los profesores, a todas las autoridades de allí para recibir a nueva gente.

Todo parecía un desorden, pero no era tanto por los chicos nuevos que iban a entrar porque no eran tantos, si no por los jóvenes que ya estaban hace años o meses dentro.
Llegaban más familias con chicos nuevos, estacionaban su auto y algunos los dejaban en la puerta y otros entraban con ellos, acompañándolos hasta que sea el momento de despedirse.
Dennison veía por la ventana de afuera como llegaba gente y pensaba que no podía estar ahí, su madre no pudo haberle hecho semejante cosa, encima había descubierto su mayor secreto, que se autolesionaba por ese motivo lo trajo al internado. Lo que más odiaba era que ni siquiera se haya despedido de él, ni le haya dicho un "cuídate", que lo haya dejado en una enfermería abandonado como a un insecto.
Tenía que estar solo, esperando en la enfermería hasta que alguien le digiera que ya podía ir para que le explicaran como se manejaba "La paz".
La enfermera que estuvo junto a Dennison, era muy bonita. Era alta, rubia con un pelo largo lacio y brillante.
Apareció de repente dándole un leve susto.
Llevaba la típica ropa de enfermera, con la descripción de su nombre en el lado izquierdo de su ropa.
Dennison observo el cartel que decía "Emily".
— ¿Todo en orden? —Dijo ella con una gran sonrisa en el rostro.
—Mi madre... ¿Está segura que no le ha dicho... nada? —Parecía inseguro. Pensaba que era una pesadilla todo lo que había sucedido.
—Le pregunte al doctor, dejo tus cosas... y se aseguró de que te inscribieran y nada más... —Mordió su labio inferior.
La enfermera también estaba un poco avergonzada de la actitud que había tenido la madre del joven.
El chico la observo y trato de entenderlo.
—Bien... ¿Y ahora qué debo hacer? —Dijo mientras no paraba de dirigir su vista a cada parte de la habitación de la enfermería.
Sintió un dolor en el estómago... Su madre había sido muy dura con él.
—Levantarte...—Respondió finalmente— Ya va a comenzar todo y debes estar presente...
Se levantó de la cama y se empezó a preparar, mientras observaba por la ventana como llegaba la gente, y algunos de esos iban a ser "sus nuevos compañeros" de solo pensarlo un escalofrió llegaba a todo su cuerpo.
No le gustaba conocer nueva gente y menos ahora en estos momentos tan difíciles para él.