Ayer por la noche pasé una vez más por un momento de odio y homofobia, fui a un festival con mí bandera lgbtiq+ y disfruté cada día salvo por 2 momentos específicos. Lo irónico es que en ambos momentos estuve sola porque mientras alguien me acompañaba nadie tuvo el valor de decirme nada.
El segundo día del festival llegué temprano como de costumbre, estaba sentada con mí bandera como capa viendo las bandas locales y cuando me puse de pie para acercarme un poco más al escenario escuché un comentario que me llamó la atención, y me dolió bastante.
"Lesbiana de mierda" me dijo una mujer sentada detrás de mí, tendrá unos 40 o 50 años y reconoció los colores que traía, me di vuelta por puro instinto esperando verla de pie tratando de golpearme o algo. La mujer no se movió ni un centímetro pero tuvo el valor de repetir aquel insulto que rompió algo dentro de mí.
"Salí de acá, lesbiana de mierda". Como pude y tratando de mantener la compostura respondí. El diálogo fue corto y súper común para cualquier persona de la comunidad, pero aún así fue doloroso.
-Por favor no me trate así, tengo todo el derecho de estar acá y no le estoy haciendo ningún daño.
- Vos no tenés que estar acá, están enfermos ustedes y tienen que ir al loquero, no quiero ver tu bandera de mierda, corrompen a los niños y no quiero que mí hija sea igual que vos.
Estaba con su hija, la verdad no la había notado, probablemente por la adrenalina del momento o algo. La chica le pidió a su madre callarse pero simplemente no la escuchó.
- Mamá basta, no te está haciendo nada dejala tranquila.
- Tranquila niña, no es tu culpa que tu mamá sea una persona homofóbica, agresiva, molesta e irrespetuosa.
Me fui, como sea pensaba sentarme más adelante así que no me cambió los planes, llegaron mí amigas, luego mi novio y todo siguió en paz, pero por el resto de la tarde y noche me quedé pensando lo siguiente. ¿Cuántas de las personas aquí presentes, en este pogo, en el público, las bandas, seguridad y organización del evento, querrán decirme algo similar? ¿Qué tan segura puedo estar de que ninguno de los presentes intentará matarme en un acto de odio?
Ayer, la cuarta y última noche del festival me separé de mi novio, y mis amigas por buscar a mis primas y sus amigues. No las encontré, así que finalmente me senté debajo de un tanque de agua, había realmente mucha gente y solo esperé ahí porque era el lugar de encuentro pactado minutos antes con mi pareja.
Nuevamente llevaba todo el día con mí banderita como una capa y después del incidente anterior me sentía mejor, había pasado casi 2 días sin ningún problema y de la nada veo caminar en mí dirección a 3 hombres, pensé que iban a pedirme permiso y me puse de pie para darles el lugar. No tardaron en hacer la primera pregunta y respondí con la inocencia de quién simplemente es feliz, el del medio empezó.
- ¿Sos lesbiana nena?
- No, soy bisexual, me gustan ambos géneros. (No iba a explicarle demasiado, dejémoslo en la base).El primero hace la segunda pregunta y ya me esperaba en parte cuál sería la tercera.
- O sea que no te decidís y estás probando.
- No, no tengo por qué decidir, simplemente me gustan ambos y ya. No es una etapa ni nada por el estilo, es lo que soy.Y el tercero hizo la última, creo que cualquiera hubiera detenido la situación luego del primer diálogo, pero no me sentía amenazada hasta ese momento.
- Tenés que probar un buen pene, como el mío así te decidís.
- No, no me voy a decidir y no necesito probar nada. Mucho menos de usted.De ahí en más todo fue en aumento, me empezaron a insultar y a decirme que me iban a violar para que aprenda... Me corrieron de donde estaba y trataron de arrancarme la bandera, el nudo era muy ajustado así que me ahorcaron pero por el pánico reaccioné rápido y se las quité de un tirón. Corrí hacia el escenario y le pedí a los presentadores que llamaran a mí novio por el micrófono, estaba enojada y tenía miedo, no quería hablar de nada con nadie solo quería irme y él tenía algunas de mis cosas.
Me encontró una amiga, luego mí hermanastra y lo único que hice fue tratar de no llorar, preguntar si lo habían visto y pedirles que lo esperen ahí en caso de que apareciera, finalmente nos encontramos, le quité mí celular y traté de volver a sentarme frente al escenario.
Tenía miedo, pensaba solamente en los 3 tipos que habían estado muy cerca de hacerme daño por el simple hecho de ser quién soy, me levanté y me fui. Salí del evento enojada, temblorosa y casi llorando, ya estando fuera vi que mi novio venía conmigo y trataba de calmarme, le grité y seguí con mí camino, no quería pasar un segundo más cerca de aquél trío.
Llegamos a mí casa, seguí discutiendo con mi pareja, golpeé puertas, tiré las llaves, luego mí mochila y desaté la bandera como si me fuera a quemar, la arrojé contra la cama y al verla tirada en el piso empecé a llorar, me escondí en el baño. Pasó un rato desde que volví a salir hasta que por fin pude explicarle a mí novio qué me pasaba, y apenas sí le dije algo. Probablemente si lee esto se ponga de mal humor por la situación que se dio, pero en ese momento realmente estaba peleando por no tener un ataque de pánico, no quería revivir toda la escena.
Algo más que no pude decir en ese momento, no quería volver al festival, porque no quería ir sin esa bandera. Quería disfrutar el festival vistiendo los colores de la comunidad que me representa y sentirme segura, libre y feliz de ser quién soy. Por culpa de estas personas no pude hacerlo y me dolió volver sin mi manto de colores. Si bien mi pareja hizo de todo para levantarme el ánimo y recordarme que no hay nada de malo en ser lgbtiq+ no pude usarla. Tenía miedo. Por primera vez en mí vida tuve miedo de salir, no por ser mujer, no por estar en medio de la multitud en un recital de Rock. Tuve miedo de salir por ser bisexual, por llevar nuestros colores con orgullo y felicidad.
Tuve miedo de ser quién soy. Y aún lo tengo...
A esas 4 personas les digo lo siguiente: me rompieron de verdad, sus palabras abrieron una grieta nueva en mí, y me dolió mucho sentir su odio. También les comento, no estamos enfermos, no necesitamos terapia, golpes, iglesias, permiso ni mucho menos la muerte. MERECEMOS RESPETO, y no somos menos por ser parte de esta hermosa comunidad, no tenemos por qué irnos de ningún lugar, no tienen por qué pretender que elijamos entre ser lesbianas, gays, trans o heterosexuales, nadie tiene derecho alguno a decirnos qué somos ni a quién amamos. Eso lo decide cada quien y nadie debe opinar.
Hoy no quiero volver a salir con la bandera, hoy tengo miedo de lo que pueda pasar si vuelvo a llevarla puesta. Pero sé bien que pronto volveré a lucirla, sé que tengo a muchísimas personas que me acompañan y comparten conmigo el dolor de tanto odio y las ganas de dar vuelta el mundo con un mensaje de amor y respeto para todes.
No me van a quitar lo que soy, no voy a dejar de disfrutar y vivir mí sexualidad por su homofobia, existimos y tenemos todo el derecho del mundo a ser parte de esta sociedad les guste o no. No vamos a dejar de pelear por nuestro derecho a la vida digna.
Podrán sacarnos las banderas, pueden intentar asustarnos para que no volvamos a salir, incluso llegan a matarnos. Pero el clóset no es lugar para vivir y vamos a seguir saliendo al mundo para llenarlo de colores y amor.
Soy bisexual. Le guste a quien le guste.
No voy a cambiar, no es una etapa, no estoy probando nada ni tampoco es moda o rebeldía.
Soy bisexual. Y tengo derecho a vivir y ser feliz como cualquier cis-hetero, aunque les pese.~Luly
💖💜💙
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Cosas del dolor...
RomanceDiálogos... Tal vez con un "yo" interno, con otras personas que no quieren entender, con esa voz que te martiriza cada vez que recuerdas un error o un viejo amor que terminó en olvido...