Cosas del dolor...

A veces duelen.

Hay abrazos que duelen.
Besos que queman.
Amores que matan.
Sonrisas que desgarran.
Disculpas que duelen más que la razón de pedirlas.

Pero no siempre.
No todos.

La mayor parte de los abrazos sanan.
Casi todos los besos son tibios y tiernos.
Existen amores que salvan.
Sonrisas que curan cualquier herida.
Y disculpas que alivian todo sufrimiento.

¿Sabes? Yo creo que somos un poco Ángel y un poco Demonio. Hay veces en las cuales somos un faro que da esperanza, y otras somos la razón para jalar el gatillo.
Las palabras hieren, no imaginas cuánto las acciones.

Y sí, sí es cierto nadie se salva de ser la bala que atravesó a alguien, todos lo fuimos o seremos en algún momento, pero no por eso somos Diablos.
En muchas situaciones hemos sido la razón de alguien para seguir despertando cada mañana, te lo puedo asegurar.
Hay alguien para quien eres muy especial, alguien recuerda tu nombre al sonreír.
Así que, si algún día te quieres dar por vencido y no encuentras razón para levantarte nuevamente, recuerda que causas la sonrisa de alguien.
Tienes una mejor amiga que se acuerda de tí al ver una imágen.
Un mejor amigo que te pregunta cada día cómo te sientes y se asegura de que estés realmente bien.
Tienes algún compañero o compañera que agradece que hagas bobadas en clase.
Están ahí, aunque no los notes, y aunque tal vez llegues a olvidarlos...
Nunca se van y nunca se irán.
Son tuyos y tú de ellos.
No te rindas porque alguien no se ha rendido por tí.

Yo sin conocerte intento
hacerte ver
que eres genial.
Imagina quienes sí te
tienen en su vida.

~Luly
Aquí estoy.