Cosas del dolor...

Por tí.

Por tí un día aprendí a amar.
Aprendí a odiar.
Sentí que todo comenzaba a tener sentido.
Y a la vez temía que no fuera el correcto.
Por tí, dulzura mía, me volví el escudo protector de un corazón débil y temeroso, y prometí que jamás volverías a quedar sin nadie, te susurré al oído mientras me pedías que no te viera llorar que ya no te sentirías perdida. Ese día me volví tu maldito ángel caído y te cuidaré hasta donde no llegue la voluntad de Dios y ni Satanás se atreva a pisar.
Estoy aquí.
No me voy a ir.
Me quedaré para abrazarte hasta que sanen tus heridas más profundas.
Te escucharé hasta que no tengas más que decir.
Hice muchas promesas, talvez demasiadas para una sola persona.
Pero no te dejaré caer.
Sé feliz.
Vales mucho más de lo que tú crees.
Y cuando lo olvides te lo recordaré, aunque no quieras oírlo.
Cuando te pierdas ven conmigo, caminaremos juntas hasta que recuerdes tu lugar en el mundo... O te buscaremos uno nuevo, y mejor.

~Luly
Feliz cumpleaños mi niña, gracias por entrar a mi vida.