Harry miró por la ventana del auto durante todo el camino, Valerie iba conduciendo, y el iba atrás.
Se preguntaba como sería ahora que lo había adoptado, esperaba que la alacena de su casa fuera un poquito más grande que la de la casa de sus tíos. También esperaba que las tareas que le pusiera fueran más fáciles, en el orfanato no tenía que hacer cosas, pero tal vez en la casa de Valerie las cosas fueran diferentes.
—Mira Harry, ese parque de ahí — le señaló por la ventana el lugar, había una resbaladilla y columpios — tal vez te gustaría que vinieramos un día
Los ojitos de Harry brillaron de ilusión, se veía como un lugar divertido.
Finalmente después de pocos minutos, llegaron a una casa no tan grande, pero tampoco tan pequeña, la fachada era de color blanco con azul.
—Vamos Harry, bienvenido a casa — Valerie lo ayudó a bajar del coche, y lo tomó de la mano mientras que con la otra sostenía sus pocas pertenencias
Solo lo soltó para abrir la cerradura y luego volvió a tomar su mano.
—Hogar dulce hogar — Valerie hacía lo posible para ocultar su entusiasmo, pero le era casi imposible, sabía que había adoptado a Harry principalmemte para darle una mejor vida a él, pero ella estaba feliz de que después de tantos años ya no estaría sola
Harry entró a pasitos timidos, la casa era bonita, estaba pintada de color amarillo muy claro, y también tenía algunos toques en gris, los muebles eran de color oscuro y era más grande de lo que parecía desde afuera.
Tenía una chimenea, un televisor y dos sofás.
—¿Te gustaría ver tu habitación? — Harry asintió, y caminó hacia las escaleras, donde estaba la alacena
Era grande, Harry la veía sorprendido.
—Harry, esa no es tu habitación, ahí guardamos las cosas que no usamos o los adornos de navidad — le habló suavemente Valerie — tu habitación es arriba, vamos — volvió a tomarlo de la mano y lo ayudó a subir las escaleras
Pasaron la primera habitación, que Valerie le explicó a Harry que estaba vacía, luego pasaron otra, que era la de Valerie, y luego llegaron a la del final del pasillo, que era la más grande, y la de Harry.
—Es aquí — abrió la puerta, en la habitación había una cama pequeña, un escritorio con lápices de colores y cuadernos. El closet estaba junto a la puerta y había una gran ventana que daba a la calle — No la he decorado, creí que tal vez te gustaría elegir el color y que lo hicieramos juntos — Harry seguía junto a la puerta, sin saber que decir o hacer — Pasa Harry, ahora esta es tu habitación, puedes hacer lo que quieras aquí
¿Hacer lo que quisiera? Nunca le habían dicho algo así, sonaba emocionante.
Caminó a la cama y se subió, sorprendido de lo blandita que era.
—¿Te gusta? — Harry asintió efusivamente
Valerie fue a sentarse junto a Harry y paso sus dedos por las hebras del cabello azabache de Harry, quien cerró sus ojitos y dejó caer su cabeza en el pecho de Valerie.
—Estoy feliz de tenerte aquí Harry — Harry sonrió y abrazó a Valerie, había aprendido que a ella le gustaban los abrazos, y a él también así que no tenía problema en abrazarla — Había olvidado que aún es temprano y no comiste demasiado en el desayuno, ¿Tienes hambre? puedo prepararte una comida rápida antes de que salgamos
Harry asintió y bajo de la cama. Ya con un poco más de confianza.
—entonces comemos algo, y luego, iremos a comprar pintura, juguetes y todo lo que quieras para tu nueva habitación — Harry asintió feliz
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La madre de Harry Potter
FanfictionPetunia Evans era cruel. Tanto que no le importó dejar a su sobrino en un orfanato. Lo primero que vio Valerie fue a un niño asustado, luego, descubrió que era un niño, con un corazón de oro, y que merecía amor. Mucho amor, y ella estaba dispuesta...