24| Cariño

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Harry suspiró mientras firmaba fotografías y escuchaba parlotear a su profesor de DCAO, el tipo era un charlatán. La primera clase había hecho un examen sobre vuanto sabían sobre él.

Lo peor de todo fue que cuando reprobo, el profesor le había dicho que sabía que estaba distraído, y que no lo regañaría.

Lamentaba mucho que la profesora McGonagall notara su desagrado hacia el profesor Lockhart, y lo castigara ayudandolo a responder su correspondencia.

Suspiró por décima vez en la ultima media hora.

Sangre

Escucho que susurraban a través de las paredes

Quiero sangre

—¿Escuchó eso? — preguntó al profesor

—¿Que cosa? — Harry guardó silencio, pero la voz se había ido

—Nada, tal vez solo estoy cansado — murmuró, en respuesta el profesor miro su reloj

—Oh vaya, es muy tarde — dijo sorprendido — el tiempo pasa volando cuando te diviertes, ¿No crees Harry?

—Si, yei, que divertido — ironizó Harry de mal humor

—Sabía que te gustaba esto de la fama Harry, cuando quieras te doy algunos consejos de como lidiar con ella

—Gracias profesor

Harry salió del aula y camino hacia el gran comedor, moría de hambre.

—¡Harry! — Hermione, Draco y Ron corrían hacia él — Te perdiste la cena, ¿Donde estabas?

—El profesor Lockhart me tuvo respondiendo su correspondencia — dijo con una mueca — No he comido nada en horas, debe ser una especie de tortura — su voz fue bajando de volumen conforme los susurros volvieron a escucharse

Sangre.

Quiero sangre.

Harry se acercó lentamente hacia el pasillo de donde venía la voz, alejandose de sus amigos quienes lo seguían preocupados. Un goteo constante se empezó a escuchar cada vez mas cerca.

Dio un paso hacia atrás cuando llegó a un pasillo y este estaba lleno de agua, la señora norris colgaba de una linterna y la pared tenia algo escrito.

La camara de los secretos ha sido abierta, enemigos del heredero temed.

—¡La mataste! — Harry volteó hacia atrás, el señor Filch estaba al inicio del pasillo —¡Asesino!

—Yo... yo no la maté — aseguró un poco asustado

Una multitud de estudiantes ya estaban reunidos al redesor de Harry.

—Estabas en la escena del crimen — reclamó Filch con furia, antes de ver a su gata — Mi pobre señora Norris, me encargaré de que seas expulsado, no te librarás de mí

—Pero no hice nada

Hermione, Ron y Draco avanzaron hasta el, y se pusieron junto a él.

—¡Mataste a mi gata!

—No esta muerta, Argus, la petrificaron, y dudo mucho que un pequeño de doce años logre hacer algo tan complicado — dijo Albus, defendiendo a Harry

—¡Fue su culpa!

—Argus, Poppy podrá decirte lo que pasa con la señora Norris — el hombre caminó hacia la enfermería con la gata en brazos y dandole una mala mirada a Harry — El resto, puede irse a su sala común a descansar — todos los estudiantes empezaeon a dispersarse — Excepto... ustedes cuatro — el cuarteto se miro antes de suspirar, ¿Por qué siempre se metían en problemas?

La madre de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora