La madre de Harry Potter

42| Intruso

—Estaré bien, en serio — Draco abrazaba con fuerza a su mamá — no habrá luna llena hasta dentro de dos semanas, y la profesora McGonagall, madame Pomfrey y Snape me ayudarán

—Tendria que ser yo la que esté consolandote a ti

—Ya lo he asimilado — mintió — y tu tienes que irte, no puedes vivir aquí en Hogwarts lo que queda del ciclo escolar

—Vendré después de la luna llena... ¿Está bien? — aseguró Valerie, no podía tolerar la idea de que Draco se alejara... porque eso era lo que estaba pasando

—Bien... está bien

Muy a su pesar, Valerie finalmente se tuvo que ir. Ya se había despedido de Harry, y solo había regresado a la enfermería por Draco.

Tomó el carruaje a Hogsmed, para tomar el resto de sus cosas y luego ir al transportador.

(...)

Valerie dió la vuelta a la calle que daba a su casa, se detuvo en seco cuando notó las luces encendidas. No había estado ahí desde Febrero, y estaba segura de haber apagado las luces.

A paso lento caminó hacia la casa y abrió lentamente. Al menos aún estaba la cerradura. Tal vez si había olvidado apagar las luces.

Metió sus maletas y cerró con cuidado.

—Agh, solo estoy cansada — murmuró cuando no escuchó un solo ruido

Se deshizo de sus zapatos y caminó hacia la cocina.

—Valerie — escuchó una voz detrás de ella

Soltó un grito, aterrada, antes de tomar lo primero que estuvo a su alcance y golpear a quien sea que estuviera detrás de ella.

(...)

Valerie estaba sentada en la mesa mientras Sirius frente a ella parecía cachorro regañado mientras la miraba.

—Dejame ver si entendí... eres un animago, te hiciste pasar por un perro normal y viviste aquí, mientras buscabas a Peter, y además me entendias lo que significa que todo lo que hiciste fue consiente — habló finalmente Valerie — Y luego creíste que sería buena idea meterte a mi casa y habitarla como si lo vecinos no fueran a darse cuenta... muy inteligente Black

—Si lo dices de esa manera suena muy tonto

—Bueno, lo fue, Black, todo lo que hiciste fue muy tonto — Valerie se dejó caer en la silla y se quedo en silencio durante varios minutos, despues de un rato se levantó y camino hacia las escaleras — Ya que no tienes a donde ir, puedes tomar la habitación de Harry, solo mientras está en Hogwarts, cuando regrese dormirás en el sillón

Los ojos de Sirius se iluminaron y sonrió.

—¿Me dejarás estar cerca de Harry y Draco? — pregunto sin poder creerlo

—Harry me conto algunas cosas, les agradaste, y aunque yo no quiera, ellos te quieren cerca, mientras no los lastimes o te atrevas a hacerles algo, no tendremos problemas tu y yo — terminó, aún un poco desconfiada sobre él. Los ojos de Sirius bajaron al suelo y su sonrisa se borró

—¿Como está Draco?

—Estará bien... es un niño logrará afrontar la situación y salir adelante... la licantropia no lo define, y nunca lo hará

Despues de unos minutos ambos subieron, y se recostaron, cada uno en su cama. Sin poder dormir.

(...)