37| Saetas de fuego

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La tarde del 23 de diciembre, los tres habian salido a hacer compras a Londres, este año serian solo ellos tres, asi que prepararian una cena y luego irían a la feria navideña que se ponia en privet drive cada año.

—Necesitamos mas esferas, y una estrella mas grande — hablaba Harry mientras colgaban las decoraciones navideñas en el árbol.

Draco estaba lleno de brillantina por todos lados, por culpa de Hocicos que habia derramado un frasco sobre su cabeza.

—Creo que compramos suficientes Harry, Hocicos, deja en paz a Draco — Valerie se aseguraba de que las luces funcionaran bien

Draco intentaba ponerse de pie mientras el perro lamia su rostro y le hacia cosquillas, en forma de disculpa.

Valerie los observo un momento antes de correr por su camara y tomarles una foto. Tenia álbumes llenos de Harry cuando era pequeño, y cada año aumentaban las fotos, ahora Draco empezaba a aparecer en ellos.

—Oh, me encanta, va directo a la pared — Valerie observo con amor la foto, Draco salía riendo, sus ojos brillando de felicidad

—Aquí hay chocolate caliente — anuncia Valerie despues de un rato, saliendo de la cocina con tres tazas en una bandeja

Los chicos se acercaron a tomar una taza, Harry sonrió al notar que su taza tenia varios malvaviscos flotando en la superficie.

—Saben... Dumbledore me ofreció que Harry yerminara el año a distancia... puede... quedarse aquí y terminar el año, los maestros están de acuerdo y recibirás un permiso eapecial del ministerio de magia para poder usar tu varita aqui en casa

La sala se quedó en silencio, Draco y Harry mirando con incredulidad a su madre.

—¿Que...? ¿Porqué? — Balbuceó Harry

—Sirius Black está cada vez mas cerca de Hogwarts, corres mucho peligro ahí, hijo — Explicó Valerie — Aunque... seré sincera, preferiría que te quedes aquí porque se que estas seguro... aceptaré lo que sea que decidas, y si decides volver a hogwarts que así sea

—Mamá... se que te preocupas pero no quiero esconderme, eso no garantiza que Sirius Black no me encuentre — Valerie suspiró y quiso contener las lagrimas

Llevaba, a escondidas de Harry, viviendo en Hogsmed desde que empezaron las clases, le daba seguridad saber que estaba cerca en caso de que sucediera cualquier cosa, asi ella podría ir rapido.

—Lo sé, solo estoy preocupada por ustedes... Dicen que Sirius Black es muy peligroso — Hocicos soltó un quejido y levantó la mano de Valerie para que lo acariciara

Valerie pasó sus manos por el sueve pelaje del perro y sonrió.

—De acuerdo... sabia que dirias algo como eso — Valerie inhaló con fuerza antes de sonreír a sus hijos — Asi que... es mi turno de elegir una película

El resto de la tarde vieron peliculas navideñas, mientras disfrutaban las galletas que Draco y Valerie habian horneado.

Al final, todos se acomodaron frente a la chimenea y durmieron acurrucados en la sala.

(...)

El 24 de diciembre, los tres se abrigaron bien, y fueron al supermercado, era la primera vez que Draco iba a uno, y Harry tambien extrañaba ir de compras con su madre.

Bueno, extrañaba ser el pequeño consentido de mamá.

—En serio necesito cinco bolsas— aseguraba Harry — Porque asi puedo llevar a Hogwarts para que Ron, Percy y Ginny los puedan probar, tambien Pansy y... los amigos de Draco — Draco miraba divertido de un lado a otro la discusión sobre cuantas bolsas de dulces llevar, cuando Harry lo abrazó por el cuello — ¡Y Draco! Mira su rostro triste y desolado por no haber probado nunca tan delicioso manjar — Harry miro a su madre con los ojos brillantes hasta que ella rodó los ojos con diversión

La madre de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora