La madre de Harry Potter

23| Rabastan

Valerie miraba por la ventana distraidamente, girando el anillo entre sus dedos. Nunca se había deshecho de el, era la promesa de Rabastan.

Flash Back

—Buen día señorita Malfoy — escuchó detrás de ella haciendola dar un salto del susto, y provocando que soltara su libro — Mis disculpas, no era mi intención asustarla

—No hay porque preocuparse, señor Lestrange, solo me sorprendió que me encontrara, nadie más que yo conocía la existencia de eata parte del jardín — Valerie recogió su libro y se sentó en el cesped

—Tal vez convenciera a uno de sus elfos para que me dijera donde podía encontrarla, ¿Puedo? — preguntó, señalando el lugar a su lado

—Por supuesto — Rabastan se sentó junto a Valerie, manteniendo au mirada en ella

—¿Hay algun motivo especifico por el que me buscaba?

—Lucius, Severus y mi hermano no hacen mas que hablar de tonterias y fingir que son unos sabios herederos, decidí buscar mejor compañía — Valerie sintio un ligero sonrojo subir a sus mejillas

—Es la primera vez que veo a un sangre pura aburrido de reuniones de sangre puristas — bromeó ella

—¿Por qué nunca estas en ellas?... En las reuniones — Valerie se quedó en silencio un par de minutos

—Son aburridas, prefiero quedarme aquí, además, Lucius detesta que esté en el mismo lugar que él, y sinceramente yo tambien prefiero mantenerme alejada — asegura

—Me alegra, así podemos mantenernos alejados... juntos — el corazón de Valerie dio un brinco, y sus mejillas se sonrojaron — ¿Que libro es ese? Puedo leer un poco para ti, si gustas

Fin Flash Back

Aquella tarde fue la primera de muchas, en las que pasaban mucho tiempo hablando, luego la lectura se transformó en charlas y confesiones, y todo eso se volvió amor.

Flash Back

—¿Puedes hacerlo de nuevo? — pidió Valerie a Rabastan — Por favor, solo una vez más

—Ya lo he hecho varias veces — el muchacho soltó una risa — ¿Por qué te gusta tanto?

—Es hermoso, y dado que yo no tengo la oportunidad de hacerlo, tu lo haces por mi, vamos vamos, hazlo ahora

—¿Te han dicho que eres mandona? — preguntó Rabastan sacando su varita

—¡Hazlo ya! — ordenó

—Expecto Patronum — pronunció el hechizo, al instante un ave fenix salió se la punta de la varita de Rabastan

—Es bellísimo, ojalá pudiera hacerlo — nurmuró Valerie, mientras el ave volaba a su alrededor —¿Por qué un fenix?

—No puse suficiente atención en clase para responder eso — bromeó Rabastan, sentandose cuando el ave desapareció

—¿Que necesitas para hacerlo? ¿Cómo lo haces? — Ravastan borró sus sonrisa y tomó la mano de la chica

—Val...

—Solo dime, se que no puezo hacer magia, pero puedo vivirla a través de tí — Rabastan lo dudó unos instantes, antes de asentir

—Necesitas pensar en un recuerdo feliz, el mas feliz que tengas, entre mas feliz sea el recuerdo, mas fuerte será el patronus — respondió

—¿Y cual es tu recuerdo feliz? — Rabastan la miro durante unos instantes