34 | Probabilidades.

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Camino de un lado al otro de la habitación con las manos en las caderas y la mirada fija al frente modelando mi outfit para esta noche. Los ojos de Lucca suben y bajan por mi cuerpo, deteniéndose por un instante en mis caderas y cintura.

—¿Te gusta? —pregunto dando media vuelta al llegar a su lado.

Él se yergue en la cama apoyándose en los codos y vuelve a dar un repaso a mi cuerpo con sus ojos para después asentir con la cabeza mientras sus labios se curvan hacia arriba en una sonrisa que bien conozco.

—Así te pongas una bolsa como ropa te quedaría bien.

—A mi nadie me preguntó nada, pero por si acaso, sí, me gusta como te queda —dice Klara arrugando la boca y ladeando la cabeza de lado.

—¿Celosa, prima? —Lucca le sonríe con suficiencia y cuando Klara le echa la lengua suelta una risa que parece salir desde sus entrañas.

—Primero me robas a Pablo y ahora intentas hacer lo mismo con Sara. Me caes bien, Lucca, pero en la vida de mi prima primero estoy yo.

Él alza las manos en el aire como un inocente y pega la lengua a sus muelas superiores.

—Pablo es mi mejor amigo y Sara y yo...estamos saliendo así que creo que merezco un lugar casi tan alto como el tuyo —me lanza un beso al aire que me hace sonrojarme—. ¿No, rubia?

—Se está sorteando una bofetada y Lucca tiene todos los números ganadores —Klara le lanza una mirada asesina.

—Mejor vámonos antes de que te maten.

Lo tomo del brazo y lo obligo a levantarse. Él le echa la lengua a Klara cuando salimos de la habitación y mientras bajamos las escaleras le grita un «No ha contestado a mi pregunta para no hacerte sentir mal».

—De hecho —lo interrumpo—, odio bajarte los humos, pero no estás por delante de Klara.

—Créeme que tampoco esperaba estarlo, Sara. Y jamás, jamás espero ser mayor prioridad que tu familia. Entiendo que ellos van primero y no importa en el lugar que eso me deje.

Acuna mi mejilla en la palma de su mano y une nuestros labios en un beso que se me hace extremadamente tierno.

—Yo me conformo con un cuarto o quinto lugar —digo una vez que nuestros labios se separan.

—¿El segundo te sirve? —Sus ojos bajan hasta mis labios antes de volver a besarlos.

—¿Por qué tan arriba? —Sinceramente, no esperaba estar ni entre sus cinco favoritos.

—¿Olvidas el hecho de que no tengo una relación estrecha con nadie de mi familia? Eso te da ventaja a la hora de las preferencias.

—¿Puedo preguntar quien ocupa el primer lugar de tu lista?

—Sí —me arrastra de la mano hasta la puerta—, pero no te lo diré. ¡Que tengas buena noche, Evelyn!

—¡No beban mucho y conduce con cuidado, Lucca!

—¿Tengo permiso para devolver a tu hija después del desayuno?

Sé que eso implica que pase la noche en su casa, porque es obvio que no vamos a estar en el cumpleaños de Giovanna hasta la hora del desayuno.

—Siempre y cuando lo que haya en su barriga sea comida y no otra cosa...

—¡Mamá! —grito abriendo los ojos como platos—. Ya, nos vamos.

—Pásenla bien y recuerda que el lunes almorzamos todos aquí —dice ella antes de salir y cerrar la puerta con un golpe.

[✨]

Polvo de estrellas [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora