Polvo de estrellas [✓]

37 | Reputación familiar.

Cuando Klara me despertó y me contó lo que planeaba hacer, sentí que esto iba a salir mal. Mientras ella conducía el auto de Pablo en dirección a nuestro objetivo creí que era lo correcto, que decir la verdad era lo que debíamos hacer, más aún cuando tanto me quejé porque todo el mundo guardara el secreto de Steven. Sin embargo, al caminar hacia la casa, mi corazón volvió a detenerse por unos segundos y volví a replantearme qué tan bueno era lo que estábamos a punto de hacer.

Ahora, mientras esperamos sentadas en el sofá de esta enorme casa, más que nunca creo que es lo correcto. Basta de ocultarnos cosas entre nuestra propia familia.

—¿Le pasó algo a la abuela? —pregunta Vicky algo preocupada mientras toma asiento en el sofá individual frente a nosotros.

—No, está todo bien en casa... —comienzo a decir, pero ella me interrumpe.

—Hay algo mal si ustedes dos están aquí con caras de santurronas que bien sé que no son.

—Solo queremos contarte algo, Vicky. Fue algo que vimos y no tuvimos coraje para decírtelo hasta ahora...

Las piernas de Klara se mueven sin parar de arriba a abajo y yo no puedo parar de morderme las uñas porque aunque sepa que estamos haciendo lo correcto, no significa que el miedo a las consecuencias vaya a desaparecer así como así.

—Bien, hablen de una vez.

Ella le echa una mirada a Landon a sus espaldas y yo trago grueso.

—¿Puede ser a solas? —El valor disminuye si la persona involucrada en el problema está frente a ti—. Es algo importante.

—Sube a la habitación, amor, voy cuando a mis primas se les ocurra dejar el infantilismo y hablar de una puta vez.

Landon rueda los ojos y nos da la espalda para marcharse. Cuando por fin se oye el golpe de la puerta al cerrarse parece que volviera a respirar, como si todo este tiempo hubiera tenido una corbata ajustada al cuello que impedía el paso del aire y restringía el intercambio de gases en mis pulmones.

—Antes que todo queremos que sepas que te amamos y si no te lo dijimos antes fue por el bebé y porque no sabíamos cómo hacerlo, pero con todo lo que pasó últimamente con Sara nos dimos cuenta de que mereces saber la verdad...

Noto como los ojos de Klara se cristalizan poco a poco hasta que una lágrima corre por su mejilla y termina perdiéndose en la tela de su pantalón.

—¿Murió alguien? Me pusieron piel de gallina y muy pocas personas logran eso, chicas. Hablen de una vez —dice Vicky haciendo ademanes.

Klara me mira en busca de apoyo y sé, sé que ella no puede ser quien lo diga, sé que se siente culpable por no habérselo dicho antes, por dejar que se mudara con Landon a una casa apartada del pueblo y por todo lo que esto conlleva.

—La vez que Jazmín se quedó a dormir en casa salimos durante la noche a molestar a Florentino —digo y el ceño de Vicky se frunce automáticamente—. Vimos el auto de Landon estacionado en la calle de enfrente, pensamos que estaba esperándote pero fue la noche en que te sentías mal y te dormiste temprano...y la familia Bianchi se suponía que estaba en Italia y...

—¿Y? —Vicky agranda los ojos como platos—. Vayan al grano.

—Esperamos escondidas contra la casa y vimos como tu madre bajaba del auto...

Klara tira la bomba y traga grueso.

—Sí. ¿Qué se supone que haga con esa información? Landon lleva a mamá a todos lados. ¿Olvidan que ella no tiene licencia? Ni siquiera un auto.

—No es solo el hecho de que la llevara a casa, Vicky. Se dieron un beso de despedida y él la tocó de una forma asquerosa...

—¡Es suficiente! —Se pone de pie haciendo ademanes que señalan a la puerta—. ¡Quiero que se vayan ya y no vuelvan a hablarme en sus putas vidas!