Capítulo 18.

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—¿Tienes que ir a trabajar?

—Sí, Derek, tú igual.

Ha estado así toda la mañana y parte del día anterior.

Ya pasó una semana desde que salió del hospital, ha estado mejor, incluso Mike le quitó la vía.

Pero desde ayer ha estado extraño, me pregunta cada rato si de verdad tengo que ir a trabajar.

Debido a lo que me pasó en la mano, James, le pidió un reposo a Mike y por ello no tuve que ir a trabajar.

—Podemos quedarnos un rato más.

Suspiro. Me volteo y tomo las manos de Derek.

—¿Qué pasa? Sabes que ambos trabajamos. Ya estás mejor, mi mano también. No entiendo, cariño.

—No tengo ganas de ir a trabajar.—Lo abrazo y me regresa el abrazo.

—Sentimiento mutuo. Pero eso no paga nuestros gustos, así que vamos.

Suspira.

Me despido de su familia, él me lleva a mi trabajo.

—¿Me puedes buscar cuando salga?

Asiente.

—Ya tienes mi nuevo número, prométeme que si te sientes mal me llamarás enseguida.

—Lo haré.

Le doy un beso en la mejilla.

—Gracias, por traerme, bombón.

Eso lo hace sonreír.

Salgo, camino y los chicos me reciben.

—¡Layla!

Todos me abrazan y me cuentan las cosas nuevas.

—Chica, todo fue triste sin ti aquí, pero dudo que estuvieras triste, después de todo estabas con él.—Angel mueve las cejas haciéndome reír.

—Estoy feliz de que él esté mejor.

Me cruzo con James, Eva y el señor Mason.

—Me alegra que estés de vuelta, Layla. Hay mucho trabajo.

Asiento.

—Layla, la siguiente fiesta será con temática de princesas, una fiesta de niñas.

—Bien, si me dices por los postres...

—En realidad, quieren a la princesa Lala.—Me interrumpe James con una sonrisa.

—¿Cuando?

—Mañana.

—Hecho. Iré a ver qué disfraz me queda.

Voy con Angel y me ayuda a con los disfraz, el que mejor me queda es uno verde con dorado de mangas largas.

—Sonaré como una niña, pero me siento bien con éstas fiestas temáticas. Solo tuve una y fue cuando tenía dos años.

—¿Cuándo es tu cumpleaños?

Veo mi teléfono y me sorprendo.

—¿Qué pasa?

—Es en una semana.—Susurro.—Diablos, casi se me olvida mi cumpleaños.

—Dime la fecha.

—25 de mayo.

—Bien ¿Deseas algo?

Lo pienso por un momento.

—Voy a cumplir 19 y siempre quise hacerme unas mechas moradas, también me gustaría que mis amigas se hicieran unas mechas de colores.

Al borde del abismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora