Hoy no tengo ánimos de nada.
Quiero dormir todo el día.
Cierro mis ojos y disfruto de la paz.
Aunque ésta no dura cinco minutos.
—¡Layla!—Escucho que grita mi mamá.
«¡Maldición!»
Me levanto con demasiado esfuerzo y salgo para ver qué quiere mi señora madre.
Al llegar la observo.
—¿Señora?—Le pregunto.
—¿La casa se limpia sola?—Su sarcasmo no me agrada en este momento.
—No, siempre la limpio yo, pero hoy no me siento bien.
Ella me ve y sé que se avecina una pelea.
—¿Estás cansada de no hacer nada?
—Mamá, basta. De verdad no me siento bien.
Me doy la vuelta, pero ella es terca.
—Mejor dime qué me calle.
«Desearía hacerlo.»
Sé que eso me hace mala hija.
Pero hay momentos dónde quiero que el ruido del exterior y el de mi cabeza se silencien.
—Me voy a mi habitación.
Empieza a gritar en español, maldiciendo, diciendo groserías y demás.
Solo quiero dormir y olvidarme del mundo.
Al llegar a mi habitación, me tiro en la cama y me duermo en cuestión de tres minutos.
...
Un ruido constante hace que me despierte.
Veo la hora de mi celular y noto que he dormido dos horas.
«Aún estoy cansada.»
Salgo para ver de qué se trata.
Mi mamá está martillando la puerta de la habitación de los gemelos, que está al lado de la mía.
—¿Es necesario?—Le pregunto.
Su mirada son dagas.
—Sí, después de todo soy el hombre de la casa cuando conviene.
—No es mi culpa que aceptaras que mi papá haga algo cuando él quiere y que los gemelos sean tan mimados que solo esperan a que tú arregles sus cosas.
Me doy media vuelta para evitar un golpe.
Me aparto cuando siento que algo es lanzado en mi dirección.
Una pantufla.
Entro en mi habitación a volver a dormir.
...
Me despierto una vez más.
Quiero llorar por la injusticia de que no me dejen dormir.
Salgo y ahora es mi papá que anda haciendo ruido.
—Cuando duermes no hago eso, yo si respeto el sueño ajeno.
—Layla.—Es su advertencia.
Me preparo dos sándwiches, muy a mi estilo, con bastantes salsas, tocino, huevo frito y un poco más.
Estoy por sentarme a comer cuando suena el timbre.
«Que vayan uno de mis padres.»
Mi padre me observa y yo solo doy mordiscos a mi sándwich.
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Al borde del abismo.
Romance-¿Me quieres? O ¿Me amas? Se hace un silencio. Me volteo para ver fijamente a Derek. -¿Por qué siempre quieres preguntar eso?-Me habla para evadir el tema una vez más. -Porque yo sé cómo cuales son mis sentimientos por ti.-Le respondo. -¿Todo lo que...