Despierto al sentir besos en mi rostro.
Si estuviese sola, corro, quemó el departamento y busco quien haga un exorcismo.
Pero recuerdo perfectamente que estoy en los brazos de Derek.
—Supongo que es necesario que me despierte.
—Algo así, tengo que salir y prefiero dejarte despierta y sola.
Con mucha dificultad abro los ojos y lo observo.
—¿Te duele algo?—Me pregunta preocupado.
—El pómulo, el labio y la cabeza.
Derek me observa minuciosamente.
—No quise decirte anoche, pero tenías sangre en el labio, el pómulo muy hinchado y un golpe en la frente.
Deja un beso en mi cabeza.
—¿Estás molesto conmigo?—Me preocupa que así sea.
—No sé cómo sentirme en realidad.—Es sincero.—Me siento muy enojado al verte golpeada, pero también sé que tú la provocaste y que en algún punto te sentiste tan ofendida que solo reaccionaste.
—¿Cómo sabes que la provoqué?
—Mi corazón, te conozco perfectamente, sé, sin que me lo digas, que quisiste provocarla y enojarla más, en un intento de descargar tu enojo.
Lo abrazo fuerte.
—Me encantó todo, pero me desmayé al escucharte decir "Mi corazón".
Se ríe y me regresa el abrazo.
Comienza a jugar con mi cabello.
—¿A dónde vas?
—Al gimnasio con Diego.
Cuando escucho su nombre me separo de Derek con ganas de llorar.
—Debe estar muy enojado conmigo o decepcionado.
Diego es alguien a quien no quiero decepcionar o enojar. Él me ayuda mucho, más de lo que otros ven, me apoya y gracias a él he podido seguir cerca de Derek.
—Tranquila, dudo mucho que así sea.
Quiero creer en Derek, él es muy unido a Diego.
Aunque éste último no lo diga, sé que Derek es su mejor amigo y más que eso lo siente como un hermano.
—Anda a bañarte, yo te haré el desayuno.
—Que sea algo delicioso.
—Siempre cocino delicioso.
—Derek, se te cayó.—Señalo el suelo.
—¿Qué?
—La autoestima y la humildad, recógelas.—Se ríe fuerte con mi comentario.
Al desnudarme, me quedó sin aliento al verme.
Tengo moretones y rasguños en la espalda y los brazos.
Si Derek ve esto se volverá loco.
Con mucho cuidado me baño, aunque igual siento dolor y ardor.
En mi habitación busco una camisa manga larga y un leggin.
Cómoda, práctica y me cubre todo.
Un aroma delicioso se adentra en mi habitación, mi estómago gruñe en respuesta, sigo el aroma hacia afuera.
Encuentro a Derek sirviendo el desayuno.
—Aquí tienes, yo iré a cambiarme y preparar todo.
Se detiene al pasar por mi lado.
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Al borde del abismo.
Romance-¿Me quieres? O ¿Me amas? Se hace un silencio. Me volteo para ver fijamente a Derek. -¿Por qué siempre quieres preguntar eso?-Me habla para evadir el tema una vez más. -Porque yo sé cómo cuales son mis sentimientos por ti.-Le respondo. -¿Todo lo que...