—Estrella, vamos paso por paso.—Me pide Andrew.
—Bien.
—Luego de irnos, discutiste con Derek.—Continua.
—Aja.—Le respondo.
—Su discusión fue por su ex y la relación que ellos habían tenido.
—Exacto.
—Y esa conversación, que luego se convirtió en discusión, fue porque tú le preguntaste por su ex.—Finaliza su resumen.
—Sip.
—¿Entonces por qué te enojas con él? Estrellita, lo siento, pero tú causaste todo.—Me habla claramente.
—Ya no me agrada que hablemos.
Se ríe.
Estamos en una cafetería. Hace dos días que evito a Derek, mi teléfono ya tiene cientos de llamadas y mensajes de él nada más.
No estoy aplicándole la ley de hielo solo porque si. Es solo que quiero evitar discutir y decirle algo de lo que me arrepienta después.
—¿Qué voy hacer contigo, estrella?—Andrew niega con la cabeza.—Sabes que fuiste responsable de esa discusión. Él es hombre, puede que no entendieras lo que quiso decir.
—No vengas con eso.—Aún sigo herida.—Sí, yo le pregunté, pero él me dijo que todo con su ex era distinto por eso estaban juntos.
—¿Estrella, tienes problemas de inseguridad?—Él me dice estrella para animarme.
Nació de un pequeño chiste.
En la navidad pasada me disfracé de estrella de navidad, por lo que comencé el chiste de que nunca me apagó, justo como una estrella, e ilumino todo a mi alrededor.
—No, solo que no la conociste.—Trato de explicarle.—Es rubia, bajita, linda, educada, callada, americana, delgada...
—Que aburrido.—Me interrumpe poniendo los ojos en blanco.—Una chica similar a la mayoría de las estadounidenses.
Lo observo.
—Layla, tú encantas con tu calor, sabrosura latina, tu personalidad es atrayente.—Eso me hace sonreír.—Estrella de navidad, eres diferente y eso hace que muchos volteen a verte tres veces.
—Gracias.
—Sé que sientes mucho por Derek. Pero, linda, te lo dije una vez, duda de muchas cosas, menos de que él te quiera.
Pongo mi rostro entre mis manos.
Mi cabeza empieza a palpitar del dolor. Creo que Andrew lo nota porque cambia de tema.
—Gracias por haber llevado a Xandre.
Quito mis manos y observo que está sonriendo.
—¿Lo pasaron bien?
—Me encantó pasar tiempo con él.—Sus ojos brillan.—Es tan sencillo, sereno, amable, educado, tan lindo.
—¿Te gusta?
—Mucho, le pedí su número y no hemos dejado de hablar.—Sonríe.—No sabía que hasta el año pasado él no tenía idea de que tenía a Alex como hermano mayor. Y que Alex tiene dos madres.
—Sí, los padres de Daniela se iban a morir cuándo se enteraron.—Sonrío al recordar todo.
—Por cierto ¿Por qué ya no andas tanto con tus amigas?—Me pregunta de repente.—Ya no me hablas tanto de ellas, ni te veo salir.
Bajo la mirada y comienzo a jugar con mis anillos.
—Ya no me escriben como antes, no sé que hice para que estén molestas conmigo.

ESTÁS LEYENDO
Al borde del abismo.
Romance-¿Me quieres? O ¿Me amas? Se hace un silencio. Me volteo para ver fijamente a Derek. -¿Por qué siempre quieres preguntar eso?-Me habla para evadir el tema una vez más. -Porque yo sé cómo cuales son mis sentimientos por ti.-Le respondo. -¿Todo lo que...