ASSURANCE │Levi Ackerman.

Ⅱ

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Después de un tiempo, se había hecho una especie de ritual el hecho de que Levi visitara la tienda de Hugo los jueves cada dos semanas. La gran parte del tiempo, estaba el anciano atendiéndola y siempre lo esperaba con el mismo pedido de siempre.

Té híbrido negro.

Ese fue el nombre que le habían puesto después de añadir al inventario la mezcla de ese maravilloso té, el que fue creado por la nieta de Hugo.

De ella no sabía nada, ni siquiera su nombre. Las veces que Hugo lo llegó a atender solo fueron visitas rápidas y lo poco que le había contado, fue que su nieta era una aspirante a médico, dejándolo sorprendido.

Levi rogaba que su nieta no fuera lo suficientemente estúpida como para inscribirse en el Cuerpo de Exploración. ¿Qué sería de Hugo si su nieta muere de una forma tan cruel y patética?

No quería preguntarle.

Tampoco debía preguntarle.

No era asunto suyo, pero las visitas al lugar y la cómoda charla que tenía con aquel anciano de pronto lo hicieron sentir como si de alguna forma, él tuviese alguna clase de responsabilidad con Hugo.

Y ciertamente, no le gustaría ver al anciano sufrir por una pérdida.

─ Supe que el cuerpo de exploración se prepara para una nueva expedición.─ comenta Hugo, mientras envuelve la tela del contenido con el té en un diario de papel para evitar que se desparramara.

─ Si. Es lo mismo de siempre.─ le responde, dejando cinco monedas de acero sobre el mostrador.

Ya se había acostumbrado a recibir tal cantidad del Capitán.

─ He escuchado que usted posee gran destreza en combate. Así que confío en que regresará a salvo. También espero que sigas visitándome.

Levi no puede evitar soltar una fugaz sonrisa que pasó desapercibida para el anciano.

─ A ti solo te preocupa mi dinero, viejo.

Lejos de sentirse ofendido, Hugo suelta una risotada.

─ ¡Que va! Los días que atiende mi nieta es cuando más dinero reúno.─ le dice sentándose en la silla detrás del mostrador.─ Los jóvenes solo vienen a comprar con la excusa de hablarle.

Levi no sabe que responder, solo se limita a escucharlo.

─ Mi nieta Calliope es como una flor. Hermosa y brillante, capaz de atraer al hombre más rico a esta tienda. Pero aun así a todos rechaza, me temo que ella solo está interesada en ser un buen médico.

─ ¿Pretende trabajar para el pueblo o el Rey? ─ le pregunta curioso. Evitando a toda costa mencionar al cuerpo de exploración.

Los médicos podían trabajar en tres campos; Para el pueblo, para el cuerpo de exploración o para el Rey.

El pago en los dos últimos era bastante generoso, mientras que los que trabajan para el pueblo apenas ganaban un poco.

Hugo se encogió de hombros.─ Supongo que para el pueblo, dice que no quiere alejarse de nosotros.

Levi le observa confundido, el anciano sonríe brevemente comprendiendo.─ Mi mujer Delia, se encuentra postrada desde hace unos años. La última epidemia la dejó sin movilidad en sus extremidades.

─ Lo siento.─ responde ante tal revelación.

─ No se preocupe Capitán.─ murmura sin borrar la sonrisa de su rostro.─ Realmente espero que vuelva vivo de esa expedición.