ASSURANCE │Levi Ackerman.

Ⅷ

══════⊹⊱≼≽⊰⊹══════

La castaña había perdido la cuenta de cuantos cadáveres de soldados había visto. A la mayoría los ordenaban en filas para que las familias vinieran a reconocerlos.

La mayor pérdida fue para la tropa de reclutas. Eran muchos niños que no alcanzaron a unirse a una división.

Debe ser duro para su familia. Pensó Callie. Estar tres años alejados solo para reencontrarse con un cadáver.

─ ¡Tú! ─ señaló un hombre de edad a Syam. ─ Necesitamos a todos los médicos para salvar a los soldados. Sígueme.

─ Claro. ─ contestó sin titubear. Pero su mente le recordó a la fémina que lo acompañaba. Miró a su alrededor y encontró a una mujer que escribía en una libreta. ─ Oye, tú. Necesito que vigiles a esta niña, es una orden del Capitán Levi. ¿Cuál es tu nombre?

─ Carla Milz, señor.

─ Bien Lara. Ahora ella. ─ dijo apuntando a la castaña. ─ es tu responsabilidad. ¡Nos vemos Calliope!

Syam no esperó respuesta de ella, salió en búsqueda del hombre que lo necesitaba.

─ ¿Calliope, cuál es tu apellido?

─ Arai.

─ Vaya, es primera vez en el día que oigo un apellido diferente. ─ murmuró con una sonrisa. ─ Los habitantes en Trost tienen apellidos comunes como si la mayoría fuera una gran familia. Observa. ─ dijo acercándole el cuaderno de varias hojas.

La mayoría de las personas compartían un solo apellido y algunos se repetían mucho. Su abuela una vez le explicó que al casarse, la mayoría de las mujeres decidían conservar el apellido de su esposo. Eso y que además tenían demasiados hijos varones.

El clan Arai era pequeño por el simple hecho de que tuvieron un solo hijo y este falleció. No habían más descendientes, sus abuelos no tenían hermanos y jamás escuchó algo de sus bisabuelos.

Era la única.

─ ¿Calliope? ─ la voz del Capitán Kaneko la estremeció. ─ Dios. Estas viva.

Viva. ¿Realmente lo estaba?

Al capitán no le importó invadir el espacio personal de la castaña. La envolvió en sus brazos permitiéndole que se desahogara en ellos.

Había visto la destrucción de la tienda de su familia y los cuerpos allí por lo que entró en desesperación. Ordenó la búsqueda de ella entre los escombros pero no lograron encontrarla. Pensó que tal vez había evacuado, nunca se le pasó por la mente que había sido devorada por un titán. Calliope era inteligente como para huir antes de que eso ocurriera.

Pero verla en persona le devolvió el aliento que había perdido, la preocupación se disipó y un sentimiento de alivio lo invadió.

Atrás había quedado el día en que pidió su mano y fue rechazado. Se había sentía humillado, pero aun así, había decidido en no rendirse.

─ Milz. Yo cuidaré de ella ahora. Puedes tomar un descanso si lo necesitas.

─ Gracias señor, pero estoy bien. ─ contestó colocando su puño en el pecho. ─ El capitán Levi de la legión de reconocimiento me encomendó su cuidado.

─ El capitán Levi está ocupado eliminando a los titanes restantes junto a la legión. Infórmale que está conmigo cuando lo veas.

Carla se mordió el labio para no replicar. Sabía que el Capitán Kaneko era su superior y debía obedecer sus órdenes. Pero, mierda. Había escuchado tantos rumores sobre el Capitán Levi que realmente temía desobedecerle mucho más que a Kaneko.