ASSURANCE │Levi Ackerman.

ⅪⅤ

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Extracto del diario de Delia.

Página 6, párrafo 4 al 6.

❝Mi amiga Lena me ha contado sobre las disputas que mantienen los ocho clanes que tienen a un titán dentro de su familia. Al parecer, algunos se oponen a la masacre que está llevando Eldia contra otras civilizaciones.

También me ha dicho, que el rey le pidió que hiciera crecer su linaje, trayendo más Ackermans al mundo (...)

Lena ha cambiado mucho desde que ella y su familia fueron sometidas a esas pruebas. Se ha vuelto sumisa al rey ❞

(...)

Después del entrenamiento, Levi arrastró sus pies en dirección a la oficina del médico de la legión.

Había sido una semana larga. No había parado con las reuniones con el consejo ni con los entrenamientos. Esto último debido a lo que pasó con el descubrimiento de la mentira del rey, muchos soldados de otras divisiones decidieron cambiarse a la legión de reconocimiento. Lo que implicó rellenar más fichas, entrenarlos y evaluarlos. Lo cuál era tedioso para él.

Además, estaba el hecho de que Erwin le había confiado plenamente la jeringa con el líquido que convertía a los humanos en titanes. Levi realmente esperaba que Syam se lo quedara, de esta forma, no tendría semejante carga sobre los hombros.

Eso y que otra preocupación más se le sumaba a su vida, Callie.

No la había vuelto a ver desde la declaración. Ese día, no quiso esperar a que bajase de su habitación, él simplemente tomó su chaqueta y se largó de allí tan rápido como pudo. Notando que su corazón se había sentido peor que cuando se había dado cuenta de la verdad absoluta.

Aun así, no comprendía porque Callie había huido así. Estaba casi seguro que era un sentimiento muto y que además, él no había sido el único en darse cuenta.

Ahora que podía pensar con claridad, la situación empezaba a molestarle. ¿Acaso lo había rechazado?

Con esa pregunta en mente, entró a la oficina del médico sin molestarse en tocar la puerta. Simplemente entró sin previo aviso, así como él lo hacía en su dormitorio.

─ Fuera de servicio. Largo.

Syam estaba recostado contra el respaldo de su silla con un paño aparentemente húmedo cubriendo sus ojos y con los pies sobre su escritorio.

Levi se sentó frente a él imitando la misma posición, colocó sus pies sobre el escritorio empujando los del semi castaño hacia un lado.

─ ¡¿Estás jodiéndome?! ─ Syam se irguió, quitándose el pañuelo del rostro y arrojándoselo al otro, percatándose de quien era. ─ Ah, eres tú.

─ ¿Qué pasa? ¿Tanto alcohol te afectó la cabeza?

─ Cállate.

Syam se tomó la cabeza con ambas manos intentando masajearla. El dolor no se iba con nada.

Levi sacó de su chaqueta el pequeño frasco que Callie le había regalado y que llevaba a todos lados consigo. Dejó caer un par de gotas en el vaso con agua del médico y luego volvió a guardarlo.

─ ¿Quieres envenenarme?

─ Solo bébelo. Es de Callie. ─ Syam entornó los ojos, aun así tomó el vaso y lo bebió de un sorbo.