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¡Gracias por las mil lecturas en esta historia que recién comienza! Y tal como prometí, aquí esta la actualización, ahora podre ser más constante ya que he recibido varios mensajes positivos respecto a la trama <3 no se olviden de votar y dejar su comentario! 

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Los días dentro del distrito de Trost continuaron avanzando. Todo seguía en aparente normalidad. Levi no fallaba en ir siempre los mismos días a la tienda de Hugo a comprar ese té especial, a veces le atendía el anciano y otras veces su nieta.

Las veces que había vuelto a ver a Callie eran muy reducidas ya que según lo que le había explicado el anciano, con la inscripción por venir, la chica se la pasaba fuera de casa asistiendo a su mentora para adquirir la experiencia necesaria.

La nieve se había derretido por completo, dándole paso al crecimiento de la nueva vegetación de la estación que había llegado hace poco, la primavera. También hace exactamente un año que Levi había llegado hasta la tienda de Hugo donde conoció las verdaderas hojas de té que terminaron cautivándole. El tiempo había pasado relativamente rápido, cuando menos se lo esperó ya se encontraban organizando la nueva expedición hacia la muralla María. Esta vez esperaban llegar hasta Shiganshina con más de la mitad de los soldados vivos. Y para ello, estaría Syam. El estúpido médico de cabello castaño oscuro -casi rozando el azabache- que Levi tanto odiaba.

El pelinegro cada vez se convencía a sí mismo que Syam estaba ahí para hacerle la vida imposible. Se había rendido en intentar encontrar la forma de que se cambiase de escuadrón porque nada había dado resultado, además ya estaba algo cansado de las charlas de advertencia que le daba Erwin.

Su propio escuadrón se había encargado de pedirle en varias ocasiones que mejor ignorase la presencia de Syam. Tal vez, de esta forma el médico se rendiría en su labor de reventarle los huevos a diario ya que, según Petra, Syam solo buscaba llamar la atención del Capitán.

Así se había quedado un par de días, ignorando sus bromas de mal gusto y preguntas incómodas en relación a Calliope.

 Levi se dejó caer en Trost pasado el mediodía - igual como hace casi un año- para ir directo a la tienda de Hugo. Este sería el último jueves que podría hacer su compra de siempre antes de salir de expedición.

Había dejado sus ahorros en la casa real de la ciudad industrial después de haber conversado con Hugo sobre sus planes. Le había pedido que aceptara su dinero a modo de seguro cada vez que él saliera fuera de las murallas, porque en caso de pasarle algo querría asegurarse de que Hugo fuera quien se quedara con todo. Por supuesto el anciano se negó. No podía aceptar tal suma de dinero. Hugo le dijo que se conformaba solo con que Levi volviera a salvo, que él estaría en primera fila esperando por su regreso.

Levi no era tonto. Sabía que el anciano le había tomado cierto grado de aprecio durante todo este tiempo, pero fue gracias a que él mismo se lo permitió. Así que, aunque le costase trabajo aceptarlo,  tenía a alguien quien esperaba por su retorno con vida, alguien a quien podría considerar un amigo o tal vez la figura paterna que nunca tuvo.

El Capitán Kaneko ha venido a pedir la mano de Calliope. le dice mientras guardaba la compra de Levi. No me agrada su presencia pero no puedo negarle a mi nieta a elegir.

 Calliope es inteligente. No perdería su tiempo con alguien que aún vive con su madre. responde a secas. Hugo curva sus labios hacia arriba en una sonrisa.

─ ¿Qué hay de usted, Capitán?

 ¿Qué hay de mí, qué?

 ¿Planea sentar cabeza alguna vez? ─ Levi parpadea un par de veces mirándole. Al no recibir respuesta, el anciano continuó; ─ Sé que por su trabajo es difícil, pero no pierda la oportunidad de enamorarse algún día.

ASSURANCE │Levi Ackerman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora