ASSURANCE │Levi Ackerman.

La última voluntad.

Segundo Acto.

CAPÍTULO FINAL

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Callie cayó de rodillas en la proa, gritando de frustración mientras presenciaba a la distancia el caos que se desataba. Aun así, fue capaz de atestiguar todo, así como el resto de quienes iban con ella en el enorme buque. El dolor en sus rodillas al chocar con el duro suelo se desvaneció rápidamente cuando sintió sus piernas hundirse en la arena, en un paisaje que parecía surgir de un sueño.

Talló sus ojos con fuerza para quitar las lágrimas y mirar a su alrededor, esperando encontrar a Eren nuevamente allí. La desesperación y la confusión se apoderaron de ella, su mente buscaba respuestas en medio del miedo que la invadía.

De repente, una voz profunda y llena de una amarga resignación la sacó de su trance.

─Señorita Callie ─la voz de Zeke resonó, paralizándola─. No esperaba verte por aquí. Supongo que Eren quiere que veas en la condición en la que me tiene.

Callie se puso de pie, tambaleándose por la incomodidad de la tierra blanda bajo sus pies. La arena le dificultaba mantener el equilibrio, reflejando la debilidad que sentía.

Al girarse, encontró a Zeke encadenado, su cuerpo lucía bastante demacrado a comparación de la primera vez que lo conoció. Tenía unas cadenas gruesas y oxidadas que estaban atadas a su cuello, hundiéndose profundamente en su carne, dejando visibles marcas de infección. Su cabello largo y enmarañado, junto con una barba descuidada, demostraban la cantidad de tiempo que había estado atrapado ahí a pesar de que en la realidad no había transcurrido tanto desde la última vez que lo vio.

─ ¿Qué fue lo que sucedió?

─Podría preguntar lo mismo ─respondió con un suspiro─. Me traicionaste, y eso nos trajo aquí.

Callie negó.

─No te traicioné. Yo solo...cambie de opinión.

Zeke soltó una pequeña risa sarcástica.

─Si que sabe convencer a las chicas, después de todo creo que no mentía cuando dijo que fue muy popular.

La castaña lo miró con confusión, preguntándose si acaso el rubio estaba sufriendo alguna conmoción cerebral.

─Señor Zeke. No puedo apoyar a ninguno de ustedes dos.

─No es algo que puedas decidir. Obsérvalo de este modo, salvar el mundo deteniendo el retumbar y luego sucumbiendo la isla en una guerra interminable donde probablemente morirás, o dejar que te extingas junto a Levi en la vejez gracias a mí.

─Encontraremos la forma ─aseguró─. Siempre hay una forma.

Zeke se quedó en silencio un instante, jugueteando con la arena a su alrededor.

─Eren me enseñó algunos recuerdos que tiene del futuro. El poder del titán que posee es mucho más grande del que alguna vez pudimos comprender ─murmuró, y cuando la arena en sus dedos terminó de caer, alzó la mirada─. Levi no sobrevivirá. Eren me enseñó su muerte.

Las palabras de Zeke resonaron en su mente como un eco ensordecedor. Callie sintió que sus piernas flaqueaban, pero se obligó a mantenerse firme. No podía permitirse mostrar debilidad ante Zeke.

─Eren no puede controlar el futuro ─dijo Callie, con su voz temblando ligeramente─. Y Levi es más fuerte de lo que cualquiera de ustedes puede imaginar.