388 68 31
                                    

Segundo Acto.

UNDÉCIMO CAPÍTULO.

───────────

Levi nunca se había detenido a pensar acerca del amor.

Lo más cercano que había conocido alguna vez en su vida, fue el amor hacia su madre y a sus dos hermanos.

A veces se detenía a pensar en ella, recordando su voz suave y sus manos cálidas. Otras veces se detenía a pensar en Farlan e Isabel, sus compañeros en las sombras de las calles de la ciudad subterránea. Pero nunca se había detenido a pensar en alguien más. Nunca se preocupó por el futuro, había asumido que moriría en soledad, así como todos lo habían hecho.

Así que no era necesario.

¿Por qué habría que preocuparse por algo tan trivial en un mundo tan cruel?

Sin embargo, al sentir los brazos de Callie alrededor de él, su calidez y su desesperación, algo cambió en su interior. La idea del amor, que siempre había rechazado como una debilidad, se transformó en una fuerza poderosa. Por primera vez, entendió que el amor no era un lujo en este mundo despiadado, sino una necesidad, una razón para seguir luchando.

─Lo hiciste bien ─escuchó a la menor susurrar, abrió su único ojo bueno para encontrar a Callie junto a Hange examinando sus heridas─ Lo siento, te desperté.

Levi negó a la vez que la mayor lanzaba un suspiro quitándose los lentes.

─Cielos, Callie. Eso me alivia de sobremanera. No tenía idea de lo que estaba haciendo, solo quería evitar que Levi siguiera desangrándose.

─Lo salvaste ─aseguró, limpiando el rastro de lágrimas que había dejado caer─. Siempre te estaré agradecida, Hange.

La mayor sonrío, alegrándose de que después de todo, el plan había resultado bien.

─Los dejaré a solas. Iré a ver que tiene que decir Yelena.

Callie asintió, sin embargo, algo en su expresión hizo que la mayor dudara en salir.

─Pude notar que está herida ─dijo, al notar su mirada─. ¿Quieres que vaya a ver eso?

Hange negó, restándole importancia.

─Puede que el dolor que siente nos ayude a sacarle algo más de información, te llamaré cuando esté satisfecha con lo que tenga que decir.

─Está bien.

Hubo un silencio reconfortante cuando la mayor se fue, dejando a ambos escuchando sus propias respiraciones. Callie optó por hacer un cambio de vendas y acariciar su cabello cuando acabó, maravillándose con el milagro de tenerlo con vida.

─Todavía estás conmigo, ¿No es así? ─preguntó de repente, casi arrastrando las palabras.

Callie lo miró confundida.

─Por supuesto estoy contigo. Aquí estoy.

─No me refiero a eso ─respondió, buscando su mano que descansaba en su pecho, y entrelazando sus dedos─. Hange me dijo lo que ocurrió en Shiganshina. Estabas del lado de Zeke.

Callie miró sus manos unidas, huyendo de su mirada, incapaz de explicar lo que sentía.

─Tu no podrías...

─Lo estoy ─respondió, interrumpiéndolo─. Se suponía que Raiden debía entregarte mi última carta, donde intentaba convencerte de que actuar respecto a su plan sería nuestra mejor opción. Podríamos vivir tranquilos sin preocuparnos de nada más.

ASSURANCE │Levi Ackerman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora