ASSURANCE │Levi Ackerman.

ⅩⅧ

Capítulo inspirado en la canción: Namae Wo Yobu Yo. [Puedes ver la traducción al inicio para comprender un poco los sentimientos que Syam no pudo expresar/desliza para ver.] 

Advertencia: Dejé una nota al final del capitulo, por favor léanlo <3

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Su corazón se agitó. Frente a él, estaba Eren rogándole por la inyección para Armin, quién estaba a mitad de camino de dejar de existir en el mundo. Su mente le ordenaba que lo hiciera, que no dejara morir a un niño cuándo tenía la oportunidad de salvarlo... pero su corazón tenía sus propias inseguridades. ¿Y si Erwin había logrado sobrevivir apenas? No había tenido tiempo de buscarlo entre tantos cuerpos y con el titán bestia huyendo como un cobarde.

Simplemente no quería tomar una decisión antes de asegurarse de que era lo correcto y que no se arrepentiría con el tiempo.

Sin embargo, el tiempo apremia. Con un suspiro de resignación, estira el brazo con la jeringuilla hacia Eren. Los dedos del menor apenas rozaron la caja cuando Floch apareció en el tejado cargando un bulto en su espalda.

Ese bulto, era Erwin.

─ Capitán Levi. Por fin lo alcanzo ─ musitó con cansancio ─. El comandante Erwin está herido de gravedad. Me temo que ni siquiera Syam podría salvarlo. ¡Ya es un milagro que esté respirando en este momento! Pensé que podríamos usar la inyección. ¡¿Es posible?!

Todos dirigieron sus miradas hacia el capitán cuando alejó la caja del alcance de Eren, se la colocó en el pecho y soltó un suspiro de alivio. Por poco había cometido un error.

─ ¿Capitán? ─ preguntó Eren con un hilo de voz.

Floch empujó el cuerpo de Erwin con esfuerzo y Levi se acercó de inmediato corroborando lo que había dicho anteriormente; Era un milagro que esté respirando.

─ Se lo inyectaré a Erwin ─ afirmó.

Eren se levantó de inmediato obstaculizando su camino.

─ Antes dijo que se la inyectaría a Armin. Syam puede salvar al comandante, pero ¡Armin no tiene salvación alguna en ese estado!

─ ¡El comandante tampoco lo tiene! ─ intervino Floch ─. Tú no estuviste ahí, Eren, cuando el titán bestia azotó a nuestros camaradas con rocas. ¡Syam no pudo rescatar a nadie por la gravedad de las heridas con las que quedaron!

─ ¡Pero..!

─ ¡Silencio! ─ exclamó irritado el pelinegro─. Yo elijo a quién salvará a la humanidad.

Detrás de él, sintió el característico sonido de las hojas al ser desenfundadas. Mikasa sostenía sus armas con fuerza a pesar del leve temblor que tenían sus manos. Sus ojos estaban cristalinos por las lágrimas acumuladas, sin embargo, su rostro reflejaba la determinación de que protegería a los suyos sin importarle si debía asesinar al capitán superior delante de ella.

─ ¿Son conscientes de lo que están haciendo? ─ preguntó sin bajar la guardia ante la inminente presencia de la pelinegra─. ¿Me piden que deje morir a Erwin, quién es el comandante de la legión de reconocimiento?

─ Syam podría...

─ Dejen de hacerme perder el tiempo. ─ masculló.

Apenas dio un paso, la mano de Eren se aferró a la caja que sostenía, ejerciendo un poco de presión para arrebatársela.

─ Olvida tus propios sentimientos y no seas egoísta.

─ ¿Cómo dices? ─ preguntó con la voz cargada de ira ─. Hace un momento, ibas a dármelo. ¿Por qué no lo hiciste de inmediato? No podías saber que Erwin estaba medio vivo. O tal vez, ¿Creías que cualquier superviviente sería mejor candidato que Armin? ¿Acaso él no lo vale?