ASSURANCE │Levi Ackerman.

ⅩⅤ

Extracto del Reglamento Interno del Cuerpo de Exploración.

Sección; Médicos anti titán.

Página 15, párrafo 1 al 3.

"El médico estará habilitado para ordenar la retirada del cuerpo de exploración si considera que existe una alta probabilidad de muerte en la expedición (...) Quién se oponga a la orden, será desvinculado de la división por objetar a la autoridad.

(...) Aquel que ponga en peligro la vida del médico de la legión será ejecutado sin beneficio de un juicio.

Si el médico no se encuentra en condiciones para salir a una expedición, el comandante tiene la obligación de posponerla (...)"

(...)

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Levi Ackerman, el capitán del escuadrón de operaciones especiales de la legión de reconocimiento con un pasado rodeado de rumores en donde se le vincula al vandalismo en la ciudad subterránea, es también reconocido por su mal humor, y a la vez, por su increíble capacidad de mantenerse calmado frente a situaciones de vida o muerte. Pero, ese no era justamente el caso de esa mañana.

El pelinegro veía con molestia el semblante apacible del comandante, quien leía el diario y pasaba las hojas con lentitud. El horrible sonido de las páginas al cambiar era lo único que se escuchaba en la habitación, además del molesto tic tac del reloj en la pared.

─ ¿Hasta cuándo planeas tenerme aquí? ─ preguntó rompiendo el silencio. Erwin desvió su mirada hacia el capitán por un segundo y después volvió a retomar su lectura, ignorándolo. ─ Llevo aquí más de cuatro horas.

Erwin dejó el diario hacia un lado. Se acomodó en la silla de su escritorio y observó con detenimiento el rostro del capitán.

Levi tragó saliva, sintiendo de pronto que la garganta se le había secado.

─ Abandonaste tus labores por tres días.

─ Ya te lo dije. Estoy investigando un caso.

─ ¿En casa de Callie? ─ preguntó con ironía. ─ La expedición es la próxima semana, no puedes salir en medio de tus entrenamientos con los reclutas.

─ Sin embargo, aquí me tienes. Perdiendo valiosas horas cuando debería estar dándoles una buena paliza a esos inútiles.

─ Esos inútiles no han abandonado sus obligaciones. ─ le recalcó. ─ Siguieron entrenando pese a no tener a nadie quien los vigilara.

Levi resopló, se frotó la cara con ambas manos intentando serenarse.

─ Acabemos con esto de una buena vez.

─ No abandonaras tus obligaciones hasta el día de la expedición. Seguirás a cargo de los entrenamientos con el equipo de maniobras además con el uso de los caballos. ─ dijo, llevándose una mano al mentón cómo si quisiera agregarle más sufrimiento a su vida. ─ También ayudarás con los informes de Syam y míos.

─ ¿Me estás jodiendo?

─ No puedo hacer mucho sin un brazo. ─ explicó con sorna. ─ Y Syam ha estado ocupado cuidando a los soldados que terminaron lastimados después del entrenamiento al no tener supervisión. Me parece algo razonable.

─ Bien. Si ya acabaste, me largo. ─ espetó. Erwin asintió retomando su lectura y así por fin, el pelinegro fue libre de salir de su oficina.

Se encaminó a su habitación para darse un buen baño y cambiarse el uniforme. Aún no podía creer que pasó tres días con Callie, olvidándose por completo de sus responsabilidades hasta que la misma castaña se lo recordó y lo obligó a volver. No sin antes traerse una buena cantidad de hojas de té.